"En Navarra no hubo un enfrentamiento entre dos ejércitos, solo hubo uno que libró una guerra de exterminio con el aplauso de las autoridades militares, civiles y religiosas"
Aclaremos al lector que Villafranca (Navarra) es una población campesina del sur de la Ribera, cercana a Tudela, y que contaba con '3.475 habitantes en 1936'. De este pueblo, surgirían durante el periodo republicano 'dos figuras políticas importante's y totalmente antitéticas a nivel ideológico, 'el fascista Tomás Domínguez de Arévalo, conde de Rodezno', y 'la socialista Julia Álvarez Resano'.
Tras el 18 de julio de 1936, de julio a diciembre, "40 villafranqueses serían asesinados por los 'falangistas' y 'carlistas' del pueblo. Dos serían mujeres". Una de ellas, Carmen Lafraya fue 'violada' delante de su propio padre, Esteban, a quien también 'asesinaron'.
A ellos se unirían, 'dos crímenes más'; uno, el de José Calvo, en febrero de 1937, en Pamplona; y un segundo, el de José María Jiménez, 'maestro', en septiembre de 1939, en Barcelona. El libro es una radiografía de los escenarios de la 'represión' y de la 'muerte' por los que pasaría la población.
"Posiblemente a muchos de nuestros lectores les parecerá muy fuerte el título: 'Villafranca bajo el terror golpista'… Suena durísimo". Nuevatribuna.es
Pero el 'terror soviético' de los 'republicanos navarros' no tuvo nada que ver con el terror implantado por los 'fascistas' tras el bando del renegado Mola. Durante el 'terror moscovita', en Navarra no hubo 'ningún asesinato', 'ningún crimen', 'ni quema de iglesias'. En cambio, en 1936, desde el mes de julio a diciembre, en Villafranca se cometieron 40 asesinatos. "Por las bravas. Sin cargos, sin juicio. Solo por ser de izquierdas, republicanas o socialistas".
Incluso así, la aspereza del título sigue ahí.
No se puede remediar. "Es lo más cercano a lo que sucedió". Este libro nunca se hubiese escrito si quienes convirtieron Villafranca en un 'infierno' hubieran dicho la 'verdad' cuando pudieron hacerlo, sobre todo, a partir de 1978, fecha en que ciertos 'ex-falangistas' comenzaron a verle las orejas al lobo.
Si ellos o sus familiares más directos, hubiesen 'contado' quiénes fueron los 'matones' y quiénes los 'cerebros intelectuales' de los 'asesinatos' cometidos, ahora no sería necesario 'investigar' acerca de cómo fue posible dicha 'masacre'. Solo los 'psiquiatras', y no los 'historiadore'', tendrían que hacer el 'análisis'. Es cierto que saber la verdad de lo sucedido 'no aminoraría el dolor de las víctimas y de sus familiares', pero se hubiera rebajado o desaparecido "la tensión que se vive en el pueblo cuando se toca el tema".
La verdad suele ser terrible…y, al final, cuando se busca siempre se sabe.
Como suele decirse, es posible que a la hora de señalar 'culpables' paguen 'justos por pecadores'. En cualquier caso, en una cosa no me equivoco: "carlistas y falangistas colaboraron al unísono, por activa y por pasiva en que tal masacre se llevase a cabo". Como sugiere el subtítulo, fue 'un tiempo de malquerer', es decir, de 'venganza', de 'rencor' y de 'odio'. Y siempre será muy difícil de explicar.
Cuando presentaste el primer libro, Villafranca en la II República, dijiste que no era una historia de buenos y de malos. Estamos ante el mismo panorama moral.
Ojalá se pudiera decir lo mismo, pero la realidad es otra. En este 'tiempo de malquerer', estamos ante una historia de 'culpables e inocentes'. Culpables fueron los 'falangistas' y los 'carlistas', la 'Guardia civil' y el 'párroco'. Y culpables fueron todos aquellos que teniendo 'poder político público e institucional' no lo utilizaron para 'evitar la masacre'. Desde luego, "ninguno de los terratenientes y ricos del lugar movieron un dedo por acabar con aquellos crímenes".
He leído infinidad de documentación municipal y no consta en ella el nombre de 'ningún falangista', ni de 'ningún carlista' que, con 'cargo institucional o público, laico o religioso', se opusiera a tales 'crímenes', de los que eran perfectos conocedores, cuando no 'instigadores'.
¿Actuaron al unísono golpista siguiendo la consigna del escarmiento del bando de Mola, pronunciado en Pamplona?
En efecto. En cualquier caso, las 'derechas' ya venían preparándose para esta 'escabechina' desde abril de 1936, y así lo denunciaron los 'socialistas' del pueblo. Las 'derechas del pueblo' aplaudieron y colaboraron de modo activo en los 'crímenes'; incluso, actuando de forma autónoma.
Llama la atención la actitud beligerante del párroco.
Vicente Azcona Jaime, alias El Cojo, fue un 'furibundo fascista' que, desde el 'púlpito', no solo 'no intentó detener los crímenes', sino que, además de 'justificarlos teológicamente', alentó la 'actividad depuradora' emprendida por las autoridades civiles. 'Nunca se le oyó' desde el púlpito dirigirse a las 'milicias armadas de falangistas y carlistas' diciéndoles 'que se detuvieran en sus atropellos'. Al contrario, 'firmó informes sobre presos' donde solo le faltó decir que lo mejor que se podría hacer con ellos era 'fusilarlos'. "Nunca usó tanto el hisopo como en esta época, bendiciendo a los golpistas y sus asesinatos".
Globalmente, ¿cómo describirías el libro? ¿Qué se va a encontrar el lector?
El libro es una descripción minuciosa y analítica de 'los hechos' que, mes a mes, protagonizaron tanto los 'falangistas', los 'carlistas', la Iglesia, el Ayuntamiento y vecindario, desde 1936 a 1940, convirtiendo Villafranca en un 'infierno' para quienes habían sido 'republicanos' y, sobre todo, 'socialistas'.
Describe el escenario 'terrorífico' que se creó en el pueblo 'tras el golpe', que fue lo más parecido a un 'campo de concentración', donde los republicanos mas cualificados fueron 'asesinados' y el resto ingresado en las 'cárceles' de Tudela y Pamplona, así como en el Fuerte San Cristóbal.
"Es el periodo más horrible vivido por Villafranca a lo largo de su historia". Ni siquiera en la 'primera guerra carlista', a pesar de su 'crueldad', alcanzaría cotas tan altas de 'sadismo'. Y eso que la situación de 1936 guarda bastante parecido con aquella 'guerra carlista'.
¿En qué base documental has basado tu investigación?
La más importante está en el archivo municipal de Villafranca que
es muy rica en describir todos y cada uno de los 'desmanes' que se
llevaron a cabo. Luego, están el archivo General de Navarra y el
Militar, el archivo de la Memoria Histórica de Salamanca, el AGA de
Madrid, el Archivo Militar nº 3 de Barcelona y el de Guadalajara.
Y está la rica e imprescindible 'información oral' que he ido recogiendo 'desde 1979 hasta hace solo cuatro días'; siempre de boca de quienes vivieron en la 'república' y los 'años inmediatos a la guerra', familiares de republicanos 'asesinados' o simplemente 'testigos de aquel horror'.
Ante lo sucedido en Villafranca a partir del 18 de julio de 1936, en especial desde julio a diciembre, la gente se sigue haciendo las mismas preguntas: ¿Quiénes perpetraron tal masacre? ¿Quiénes fueron sus cerebros intelectuales? Y, sobre todo, ¿por qué la cometieron?
Lo he hablado mucho con 'hijos de asesinados'. En ocasiones, para explicar lo sucedido me he planteado: ¿qué hacemos cuando nos encontramos en una situación en la que alguien nos ordena hacer algo que entra en conflicto con nuestra conciencia? ¿Qué lleva a una persona a torturar a otra hasta matarla o asesinarla?
La situación se vuelve más 'terrible' cuando observamos que 'no se trata de matar a personas desconocidas', sino personas con las que 'has pasado toda tu vida', desde la niñez hasta la adultez, compartiendo escuela, juegos, aventuras, amores, fiestas y celebraciones de todo tipo.
¿Qué mecanismo psicológico utilizaremos para acertar con la explicación de este comportamiento? ¿El odio? ¿La venganza? ¿Alguna disfunción cerebral? ¿Enajenación mental transitoria? ¿Circunstancias de la guerra elevadas a la categoría de inevitables?
Sabemos que las circunstancias de la guerra fueron 'tremendas', pero cabe señalar que en Villafranca como en toda Navarra no hubo 'frente de guerra'. "En Navarra, solo hubo un ejército que libró una guerra de exterminio con el aplauso de las autoridades militares, civiles y religiosas. Fue un auténtico genocidio".
Siempre se ha dicho que Navarra fue la cuna del Alzamiento…
Y no por decisión de la Providencia, desde luego, como dijo 'el obispo de la diócesis'. Desde un primer momento, una vez que 'asesinaron a los militares republicanos' que se opusieron a Mola, entre ellos Rodríguez Medel, jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Navarra, solo actuaron los 'golpistas'. Así que "no cabe escudarse en la repetida réplica de que todos, golpistas y republicanos, se comportaron igual, porque no fue así".
¡Es mentira. En Navarra no! Cabe indicar que los únicos 'bombardeos' tuvieron lugar en Pamplona, Tudela y Lumbier. Y fueron habas contadas. Incluso, 'la prensa golpista', Diario de Navarra y El Pensamiento Navarro, tuvieron el 'criminal cinismo' tras la masacre perpetrada, de echarle en cara a la 'aviación republicana' el haber 'atacado' un territorio que 'no estaba en guerra'. "Olvidaban que ellos en ese mismo territorio 'no bélico' asesinaron a 3.500 navarros". Más que una guerra tradicional, hubo 'una guerra de exterminio', que, para colmo, se aprovechó de que no hubiese frente.
Por eso, más que presentar estas 'circunstancias bélicas' como atenuante de los 'crímenes perpetrados', habría que tenerlas como 'circunstancias agravantes'. Porque 'se exterminó al otro en una situación desigual'. "No se mató en defensa propia como sucede en una guerra con dos frentes, sino que se asesinó por la espalda y a traición, con premeditación, nocturnidad y alevosía". Algo que suelen hacer 'los criminales y los asesinos'.
¿Por qué actuaron así? ¿Hay una explicación?
En los años 60, un psicólogo social, Stanley Milgram, realizó unos experimentos donde creyó encontrar la respuesta a este tipo de 'atrocidades'. Su conclusión fue que "los humanos somos capaces 'de lo peor' cuando estamos cumpliendo 'órdenes de una autoridad'". Pero no solo eso. Añadió que "quienes participan en estas 'masacres' no se limitan a 'obedecer', sino que creen estar sirviendo a un 'bien superior'".
En el caso que nos ocupa, y por este orden, 'el bien superior se llamó Dios y España'. Por tanto, los 'matones' no se limitaron a obedecer: actuaron así porque 'creían estar colaborando' en una Cruzada, a favor de España y de la Religión, 'a su medida, claro'. "La verdad es que idea de Dios resultó ser mucho más tóxica que la de España".
FUENTE: nuevatribuna.es
16/04/2018
CONTINÚA...
Esa 'España a su medida' es la que todavía nos quieren meter por los ojos, sí o sí.
Y si no puede ser por los ojos... pues ya saben.
Y está la rica e imprescindible 'información oral' que he ido recogiendo 'desde 1979 hasta hace solo cuatro días'; siempre de boca de quienes vivieron en la 'república' y los 'años inmediatos a la guerra', familiares de republicanos 'asesinados' o simplemente 'testigos de aquel horror'.
Ante lo sucedido en Villafranca a partir del 18 de julio de 1936, en especial desde julio a diciembre, la gente se sigue haciendo las mismas preguntas: ¿Quiénes perpetraron tal masacre? ¿Quiénes fueron sus cerebros intelectuales? Y, sobre todo, ¿por qué la cometieron?
Lo he hablado mucho con 'hijos de asesinados'. En ocasiones, para explicar lo sucedido me he planteado: ¿qué hacemos cuando nos encontramos en una situación en la que alguien nos ordena hacer algo que entra en conflicto con nuestra conciencia? ¿Qué lleva a una persona a torturar a otra hasta matarla o asesinarla?
La situación se vuelve más 'terrible' cuando observamos que 'no se trata de matar a personas desconocidas', sino personas con las que 'has pasado toda tu vida', desde la niñez hasta la adultez, compartiendo escuela, juegos, aventuras, amores, fiestas y celebraciones de todo tipo.
¿Qué mecanismo psicológico utilizaremos para acertar con la explicación de este comportamiento? ¿El odio? ¿La venganza? ¿Alguna disfunción cerebral? ¿Enajenación mental transitoria? ¿Circunstancias de la guerra elevadas a la categoría de inevitables?
Sabemos que las circunstancias de la guerra fueron 'tremendas', pero cabe señalar que en Villafranca como en toda Navarra no hubo 'frente de guerra'. "En Navarra, solo hubo un ejército que libró una guerra de exterminio con el aplauso de las autoridades militares, civiles y religiosas. Fue un auténtico genocidio".
Siempre se ha dicho que Navarra fue la cuna del Alzamiento…
Y no por decisión de la Providencia, desde luego, como dijo 'el obispo de la diócesis'. Desde un primer momento, una vez que 'asesinaron a los militares republicanos' que se opusieron a Mola, entre ellos Rodríguez Medel, jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Navarra, solo actuaron los 'golpistas'. Así que "no cabe escudarse en la repetida réplica de que todos, golpistas y republicanos, se comportaron igual, porque no fue así".
¡Es mentira. En Navarra no! Cabe indicar que los únicos 'bombardeos' tuvieron lugar en Pamplona, Tudela y Lumbier. Y fueron habas contadas. Incluso, 'la prensa golpista', Diario de Navarra y El Pensamiento Navarro, tuvieron el 'criminal cinismo' tras la masacre perpetrada, de echarle en cara a la 'aviación republicana' el haber 'atacado' un territorio que 'no estaba en guerra'. "Olvidaban que ellos en ese mismo territorio 'no bélico' asesinaron a 3.500 navarros". Más que una guerra tradicional, hubo 'una guerra de exterminio', que, para colmo, se aprovechó de que no hubiese frente.
Por eso, más que presentar estas 'circunstancias bélicas' como atenuante de los 'crímenes perpetrados', habría que tenerlas como 'circunstancias agravantes'. Porque 'se exterminó al otro en una situación desigual'. "No se mató en defensa propia como sucede en una guerra con dos frentes, sino que se asesinó por la espalda y a traición, con premeditación, nocturnidad y alevosía". Algo que suelen hacer 'los criminales y los asesinos'.
¿Por qué actuaron así? ¿Hay una explicación?
En los años 60, un psicólogo social, Stanley Milgram, realizó unos experimentos donde creyó encontrar la respuesta a este tipo de 'atrocidades'. Su conclusión fue que "los humanos somos capaces 'de lo peor' cuando estamos cumpliendo 'órdenes de una autoridad'". Pero no solo eso. Añadió que "quienes participan en estas 'masacres' no se limitan a 'obedecer', sino que creen estar sirviendo a un 'bien superior'".
En el caso que nos ocupa, y por este orden, 'el bien superior se llamó Dios y España'. Por tanto, los 'matones' no se limitaron a obedecer: actuaron así porque 'creían estar colaborando' en una Cruzada, a favor de España y de la Religión, 'a su medida, claro'. "La verdad es que idea de Dios resultó ser mucho más tóxica que la de España".
FUENTE: nuevatribuna.es
16/04/2018
CONTINÚA...
Esa 'España a su medida' es la que todavía nos quieren meter por los ojos, sí o sí.
Y si no puede ser por los ojos... pues ya saben.
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