30/6/15
27/6/15
LA MUERTE DE LA ENSEÑANZA DE LA LITERATURA
Se cargaron el latín por lo militar. Ni los curas saben ya qué significa “Introibo ad altare Dei“, ni mucho menos el “Suscipiat” o el “Orate, fratres“.
El latín ayudaba a pensar, un peligro, ponía en orden la mente, peor
aún, te ayudaba a entender mejor tu propio idioma, a expresarte en él
con mayor corrección… Mucho riesgo para el poder, casi siempre en manos
de inseguros desconfiados e indocumentados, sobre todo en el ministerio
mal llamado de Educación, desde hace tantos años.
Luego devaluaron la enseñanza de la filosofía. Descartes, Kant, Feuerbach, Schopenhauer… al baúl de los recuerdos, uhúu… Se empieza por Platón y se acaba con Marx y Engels y… claro, luego te salen listillos y cualquier pimpollo es capaz de montarte un Podemos apenas te descuidas.
Filósofos
Más tarde le llegó el turno a la música. Despreciaron su importancia y relegaron la enseñanza de esta disciplina robándole a los alumnos su derecho a disfrutarla y a mejorar su sensibilidad. A ser cultos, en definitiva. Una de las secuencias más impactantes de la película franco-mauritana Timbuktu, dirigida en 2014 por Abderrahmane Sissako es cuando los islamistas radicales torturan a quienes osan escuchar música a hurtadillas. Pues eso.
Compositores musicales
Ahora le toca el turno a la Literatura. A partir del próximo curso,
dos horas a la semana y vas que te matas. Además, no contarán para la
nota de selectividad ni entrarán en las futuras reválidas que prevé la
ley Wert. Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) la llaman. ¿Se puede tener más cara? ¿Se puede ser más desaprensivo?
Arrancar de cuajo las humanidades de la enseñanza es privar a las
generaciones que ahora crecen en nuestro país de un instrumento
imprescindible para amueblar sus mentes y reforzar su sensibilidad. Es
una verdadera pena constatar cómo la capacidad de expresión de muchos
jóvenes es ya inversamente proporcional a la habilidad que poseen para
escribir mensajes en sus teléfonos “inteligentes” a toda velocidad.
Teléfonos que incluso les corrigen vergonzosas faltas de ortografía
producto de una educación directamente denunciable.
Juan Ruiz, El Arcipreste de Hita
Lo único que leen son los mensajes del “guasap“. O los tutoriales de internet para aprovechar al máximo las capacidades de la aplicación de moda. ¿El Arcipreste de Hita? ¿El Cantar del Mío Cid? ¿El Lazarillo? ¿La Celestina? ¿Cervantes?
Bueno, Cervantes sí, pero porque estos días han hablado mucho en la
tele del hallazgo de sus presuntos restos. Todavía los veinteañeros
quizás sepan que Cervantes fue el autor de “El Quijote”
y hasta es posible que alguno, por equivocación o por obligación, se
haya tomado la molestia de leer alguno de sus pasajes. A partir del
próximo curso escolar, se acabó. Ni Galdós, ni Clarín, ni Valle Inclán, ni mucho menos García Márquez.
Gabriel García Márquez
El acoso y derribo a la cultura y al conocimiento es tan escandaloso
como el escaso nivel de protesta ciudadana ante tamaña fechoría.
Saldremos muy tocados de los desmanes de Wert y sus
antecesores al frente de Educación. Es uno de los cambios fundamentales
que hay que hacer apenas la gente decente recupere el poder. Será
complicado evitar el daño en alguna generación, pero si algo debemos a
quienes vienen detrás nuestro es dejarles un panorama mejor que el que
nosotros recibimos. Y eso, que no está ocurriendo en casi ningún ámbito,
en el mundo de la cultura, en el de la educación… es todavía peor sin
que sepamos hasta cuándo.
José Ignacio Wert Ortega
Le hemos dado nuestra lengua a más de quinientos millones de personas
en todo el mundo y nosotros, quienes la parimos, somos los que peor la
hablamos, los que menos recursos lingüísticos demostramos, los que
usamos un vocabulario más pobre y escaso, los que nos expresamos con
menos riqueza de léxico y de matices… Y para redondear la faena Wert, en
estos sus eternos días de una despedida que no acaba de rematar nos
añade una amarga píldora más a su nociva y vomitable herencia: una
enseñanza devaluada de la literatura, a la que hay que sumar las
tropelías cometidas antes con la historia de la filosofía, la música o
el latín.
FUENTE: publico.es
Las carga el diablo
Juan Tortosa
25/06/2015
Lo verdaderamente grave de "la faena Wert" es que, si no andamos listos, los chicos heredarán sus orejas.
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20/6/15
11/6/15
5/6/15
1/6/15
FALLECE EL POETA ÁCRATA JESÚS LIZANO
A los 84 años se ha ido. No al cielo, pues no era creyente, ni al infierno, pues era un ser bondadoso e inocente, sino a fundirse con la naturaleza, a la que tanto amaba. Nos quedamos un poco más solos, pues nadie tomará el testigo de su exigentísima honestidad.
Os copiamos uno de sus mejores poemas.
LA CONQUISTA DE LA INOCENCIA
Resulta que soy un niño
que todo
ha ido haciéndome un niño
que el sufrimiento y la alegría me han hecho un niño,
que como un niño
todo lo he ido transformando en sueños,
jugando con mis sueños y con mis versos,
resistiendo con ellos
que contemplar todos los mundos me ha hecho un niño,
que yo iba como todos para ser un hombre
y las fronteras me han hecho un niño
los fingimientos y los límites:
todo me ha hecho un niño;
que la locura me he hecho un niño,
verla, palparla,
a través de todos los disfraces y de todas las máscaras,
que el asalto de la razón a todo lo que vive
me ha hecho un niño,
que sorprenderme por todo me ha hecho un niño,
desear un vivir que sobretodo fuera una aventura,
que me ha hecho un niño
el engaño de cuantos han crecido,
que les hacían hombres
las trampas de los dominantes,
que dejas de ser niño cuando te conviertes en dominante,
que el dominio de las abstracciones me ha hecho un niño,
¡plaga de abstracciones!,
que el someter las vidas alas ideas me ha hecho un niño,
que al parecer eso es ser hombre,
que he preferido ser un niño
para salvar todo lo creativo,
que mi mundo
no es de este reino perdido,
para dar a los sentidos lo que es de los sentidos,
al instinto lo que es del instinto,
que los sueños me han hecho un niño,
que no podía vivir si no era un niño,
que me ahogaban las órdenes y las leyes.
Resulta que muchos de los que se hicieron hombres
y no buscaron la inocencia
al final de sus vidas
recuerdan con nostalgia lo que tuvieron de niño,
porque a ser hombre llaman
vivir en un mundo de dominantes
y sometidos,
que la soledad me ha hecho un niño,
que el darlo todo y el haberlo perdido
me ha hecho un niño,
que he sido un poeta maldito porque soy un niño,
que me ha hecho un niño
ver que lo único importante
es buscar la inocencia entre la astucia,
que cuando he amado
me he convertido en un niño,
que comprender que hay víctimas pero no culpables
me ha hecho un niño,
que por ser un niño
mantengo la ilusión a pesar de los desencantos
y de la sangre derramada
entre las trampas y los mitos,
que ver cómo caemos todos en las innumerables trampas
me ha hecho un niño,
y que de no ser un niño
nunca hubiera nacido en mí la rebeldía,
que es preciso
comenzar a rebelarse a uno mismo,
no seguir la consigna de ser un hombre,
que soy poeta porque conquisto la inocencia
cada vez que abro los ojos y contemplo las cosas
que a ser niño
es lo único que he aprendido
y porque observo que todos los seres
con el mismo destino:
nacer para la muerte,
no dejan de ser niños:
que un pájaro siempre es un niño,
que un árbol siempre es un niño,
que un perro siempre es un niño
Y porque pienso qué es un hombre
si deja de ser niño,
que se equivocan las escuelas
que intentan hacernos hombres
prometiéndonos falsos paraísos,
que la anarquía sólo será posible
cuando todos fuéramos niños,
cuando todos partamos
a la conquista de la inocencia,
que escribo este poema
porque resulta que soy un niño…
FUENTE: acratas.net
POTNIA
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