14/6/21

INGO

El único amigo que me ha concedido un 'título' (a lo mejor tengo otros y los desconozco) a sido Ingo, un escandinavo casado con una palmera (María Rosa, q.e.p.d.) y afincado en Canarias desde los años xx, por lo que tiene tanto de isleño como de danés a pesar de que, aunque se defendía con el castellano, nunca llegara a hablarlo con fluidez

Siempre se refería a mí en tono jocoso como 'el anarquista de los cojones', no sé bien si en sentido literal o figurado. Algo que no me molestaba en absoluto. Si uno no le permite ciertas licencias a los amigos ¿a quién coño se las va a permitir?

Conocí a Ingo y a María Rosa a través de un tío materno de Maki mi esposa, Jaime Matos quién, en compañía de uno de sus hermanos, Manolo -marinos ambos- habían arribado a las costas danesas a bordo del Esquiro allá por la década de los 60, quedando ambos prendados a la vez, del país y de dos de sus mujeres con las que, finalmente, contrajeron matrimonio, afincándose allí para siempre.. casi, pues Manolo, divorciado tiempo atrás, sintiéndose solo y enfermo, dejó a sus hijos, ya adultos y con la vida encaminada en Dinamarca, y regresó a morir a su isla natal.

Tras estas referencias familiares y geográficas que he considerado necesarias para hilvanar la historia, y que a ustedes les sirva como hilo de Ariadna para no perderse, intentaré explicar cómo se inicia la amistad con Ingo y María Rosa.

Fue a raíz de un viaje que Jaime, ya por entonces viudo y jubilado, hizo a Tenerife en compañía de su amigo Pepe, otro paisano canario afincado también en Dinamarca. Estuvieron a visitarnos en casa y nos hablaron de esta pareja que vivía cerquísima de nosotros, apenas dos calles más allá o más acá (según se mire) y quedamos en una cafetería a mitad de camino entre ambas viviendas.

La mujer de la mirada triste.

Agradable y cariñosa ella, jocoso él.

2/6/21

CONOCIMIENTO DE CAUSA (II)

...CONTINUACIÓN:

Por su parte, "la libertad de información se refiere a la comunicación de hechos mediante cualquier medio de difusión general, esto es, la libertad de expresión conlleva un matiz subjetivo, mientras que libertad de la información contiene un significado que pretende ser objetivo". Evidentemente expresión e información con frecuencia no se dan separados, sino unidos, puesto que con las noticias es frecuente intercalar opiniones propias del informador. De esta forma se considerará que nos enfrentamos a una manifestación de la libertad de expresión o, por el contrario, de la de información de acuerdo con el carácter predominante del mensaje.

"El precepto constitucional exige la veracidad en el caso de la información, lo cual se ha interpretado como necesidad de veracidad subjetiva, es decir que el informante haya actuado con diligencia, haya contrastado la información de forma adecuada a las características de la noticia y a los medios disponibles (según han señalado diferentes sentencias constitucionales) puesto que de exigirse una verdad objetiva eso haría imposible o dificultaría en extremo el ejercicio de la libertad de información".

Podríamos poner numerosos ejemplos en los grandes medios, de informaciones no veraces, que han podido condicionar la voluntad del voto de los madrileños. No lo cuestiono, están en su derecho, aunque me parece muy poco ético desde el ámbito de la información, el que hayan priorizado determinados acontecimientos como la construcción del Hospital Isabel Zendal en perjuicio de otras mucho más importantes, como los millares de muertes de ancianos en las Residencias directamente gestionadas por la Comunidad de Madrid o subcontratadas a grandes fondos de inversión. Lo que ya es un incumplimiento manifiesto del ordenamiento constitucional el presentar, por parte de los grandes medios, determinadas informaciones no veraces, es decir, que el informante no ha actuado con diligencia, no ha contrastado la información de forma adecuada a las características de la noticia y a los medios disponibles.

"El ejemplo más claro es el de Ana Rosa Quintana, que presenta el programa más visto de las mañanas, al difundir que el responsable de las residencias de ancianos en Madrid era Pablo Iglesias y no la señora Ayuso". Pablo Iglesias replicó que "tal mentira se puede desmontar leyendo el BOE". Se podrían poner otros muchos ejemplos como estos de informaciones no veraces, que al ser difundidas en los grandes medios es inevitable que condicionen los resultados electorales. Y no solo los resultados electorales, hay otras secuelas mucho más graves, como que Iglesias fuera amenazado de muerte como consecuencia de tal acusación falsa.

Ana Rosa Quintana - Pablo Iglesias

Los grandes medios son muy hábiles.  Nos venden pluralidad y neutralidad y es falso, aunque gran parte de la sociedad ha asumido esa mentira. Les molesta que se saque a la luz esa realidad -a quien tiene la osadía de hacerlo lo califican de dictador y enemigo de la libertad- porque ven en riesgo su posición de poder e influencia y es muy goloso manejar la opinión pública y las decisiones políticas como para ceder esa capacidad de control. Cuando aparece un conflicto, cualquier información relacionada va a ir 'en una dirección u otra'; pero siempre favorecerá a un bando en detrimento del otro. Y ya sabemos en estos grandes medios cuál es su orientación.

Cuando se decide no hablar de un tema y dar preferencia a otros, también están escogiendo y dando prioridad a una noticia sobre otra. ¿Por qué se habla de Venezuela mucho más que de los desahucios, la precariedad, los cortes de luz, los sueldos de los banqueros, de la reforma fiscal, del buen funcionamiento del curso escolar y del proceso de vacunación, que son hechos que nos afectan a un mayor número de personas? Porque los bancos y empresarios que manejan los medios de comunicación deciden qué temas son noticias. Porque, además, alimentando determinados conflictos es más fácil para ellos generar políticas de emociones y ganar votos mediante el populismo y la confrontación.

Estos medios tienen una extraordinaria capacidad de influencia. Nos han convencido de que "La Sexta es de izquierdas y Antena 3 de derechas", cuando tanto Ferreras como Griso tienen los mismos dueños y trabajan para ellos. Y no tienen otra opción que "decir lo que dicen, por mucho que quieran aparentar pluralidad". ¿Por qué? Ahora me viene a la memoria la frase de Upton SinclaireEs difícil que un hombre entienda algo cuando su sueldo depende de que no lo entienda”.

"Tienen tanto poder que pueden contrariar o delimitar la soberanía expresada por la sociedad en las urnas y poner en peligro la democracia", de ahí que el profesor Luigi Ferrajoli en su libro 'Poderes salvajes. La crisis de la democracia constitucional', los denomine 'poderes salvajes'. Las empresas de comunicación son poderes de hecho, influyentes sobre los asuntos públicos y con agendas que no responden necesariamente a los intereses de la sociedad. Según Sánchez Noriega:

“Tienen capacidad en el espacio político para boicotear leyes o difundir determinadas demandas y, a la vez, una gran resistencia a las imposiciones del poder político. Pueden forjar o derribar a su libre albedrío el liderazgo en un partido político con encuestas, editoriales, artículos de opinión, selección de determinadas noticias. Acabamos de verlo. Y lo ha expresado muy bien Antoni Puidverd el pasado día 17 en La Vanguardia en el artículo 'Iglesias, damnatio memoriae':

"Nada me inclinaba a Iglesias. Ni el populismo de raíz latinoamericana, ni el resentimiento contra el Régimen del 78. Pero encarnaba con sinceridad un malestar que parece provocar indiferencia a los partidos y a las élites de nuestra sociedad. El radicalismo de Iglesias ponía 'el dedo en la llaga'. La mejor manera de combatirlo era 'curar la llaga': "reformar el país". Pero se ha preferido la destrucción del personaje. "Le han cazado como a un jabalí, rodeándole durante años de una impiadosa jauría mediática". La memoria del personaje de Iglesias ha sido cancelada como la de Catilina. Ahora bien: "ha muerto el perro, no la rabia: el malestar de los jóvenes. Iglesias se ha cortado la coleta, pero la democracia sigue enferma".

FUENTE: nuevatribuna.es
Tribuna de opinión
Cándido Marquesán Millán
23/05/2021

 

LA PELEA

Miguel Ángel G. Yanes

CONOCIMIENTO DE CAUSA (I)


En el conocimiento de causa "se encuentra todo el problema de la democracia"

 

Susana Griso - Ana Rosa Quintana - Antonio Ferreras

La lectura del espléndido artículo titulado 'El mito de la Europa democrática' de Marc Peguera Martínez me ha llamado extraordinariamente la atención. La idea básica expuesta es que la construcción de la Unión Europea no fue obra de la participación de la ciudadanía, sino de las élites. Lo cual "no es un procedimiento muy democrático".

Nos dice Marc Pequera que según Cornelius Castoriadis desde un punto de vista etimológico, 'demokratia' significaba «dominación de las masas» pero puntualizaba que «el dominio real es el poder decidir por (uno) mismo sobre cuestiones esenciales y hacerlo con conocimiento de causa» y que ahí, en el conocimiento de causa, «se encuentra todo el problema de la democracia». 

Evidentemente, "el conocimiento de causa está íntimamente relacionado con la participación política", pero se trata de algo difícil de analizar porque, más allá del activismo y la militancia, y más allá del grado de participación de cada individuo, nos enfrentamos al espinoso debate sobre la información y los medios de comunicación, que son el eje alrededor del que gira ese conocimiento de causa. De algún modo, los medios de comunicación 'coagulan la representación' en forma de conocimiento.

Allí donde la participación directa no es posible necesitamos estar informados y el necesario papel de canal de transmisión de la información lo juegan los llamados medios. La representación de la ciudadanía se materializa en los representantes políticos, mientras que la representación del conocimiento está en buena medida en manos de los medios, que podríamos entender idealmente como 'representantes comunicacionales'.

Si los representantes políticos se la juegan en las urnas, ¿qué sucede con los 'representantes comunicacionales'? ¿Dónde se la juegan los medios o, dicho de otro modo, a quién responden? Es una idea capital, la idea de respuesta, que no es más que la idea de rendir cuentas. En un sistema mínimamente democrático los representantes políticos deberían rendir cuentas ante sus electores, ante la ciudadanía. ¿Podemos decir que sucede tal cosa con los 'representantes comunicacionales'?

"No parece que los medios de comunicación respondan ante la ciudadanía. En todo caso responden ante sus propietarios, que casi sin excepción son una pequeñísima parte de dicha ciudadanía". El 'sufragio comunicacional', si se nos permite decirlo así, es censitario. La independencia de los medios llegará hasta ese punto en el que no perturbe a sus dueños. Un sistema de comunicación, o de medios, que fuera realmente democrático debería garantizar la optimización de su 'representatividad comunicacional'. El debate en este terreno permanece abierto.

 

Todo este prólogo se justifica por el papel que han desempeñado los grandes medios escritos, radiofónicos y televisivos, como Mediaset y Atresmedia, La Cope, Onda Cero, Cadena Ser, El País, El Mundo, La Razón, Abc, además de otros, en los resultados electorales que han propiciado el triunfo incontestable de Isabel Díaz Ayuso.

¿La sociedad madrileña con este sesgo informativo unilateral de los grandes medios ha podido participar en las recientes elecciones del 4-M con el adecuado y suficiente conocimiento de causa? ¿O, dicho de otra manera, la sociedad madrileña ha podido acceder al conocimiento de todas las decisiones políticas ejecutadas en estos 2 años por Isabel Díaz Ayuso? Yo no entro a cuestionar los resultados electorales. La ciudadanía puede votar lo que le parezca oportuno de acuerdo con su criterio personal y la información que haya querido seleccionar.

Isabel Díaz Ayuso

No obstante, me parece oportuno reflexionar sobre el artículo 20.1 de nuestra Carta Magna en el que se reconocen y protegen los derechos: a) "A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción". b) "A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica". c) "A la libertad de cátedra". d) "A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión". Para analizar este último artículo me basaré en la sinopsis realizada por Ascensión Elvira Perales, Profesora Titular de la Universidad Carlos III:

Especial incidencia cuenta la formulación de las libertades de expresión e información (párrafo 1, apartados a y d) respectivamente), libertades no siempre fácilmente distinguibles, pero que es necesario matizar para hacer plenamente operativos los mandatos constitucionales; de esta forma, la libertad de expresión hace referencia a la libertad para comunicar pensamientos, ideas, opiniones por cualquier medio de difusión ya sea de carácter general o más restringido (pasquines...), aunque se garantice una especial protección en el primer caso.

CONTINÚA...

FUENTE: nuevatribuna.es
Tribuna de opinión
Cándido Marquesán Millán
23/05/2021