29/1/19

FONIL

En Canarias, el término "fonil" identifica ese objeto cónico, ya sea plástico o de metal, con el extremo inferior mucho más estrecho que el superior y que se utiliza para trasvasar líquidos; lo que en el resto de España se conoce como "embudo".


Traigo dicha palabra a este blog para ayudar en lo posible a que siga viva en nuestro vocabulario, porque más allá de que se trate o no un auténtico canarismo (algo que no me atrevo a aseverar por no estar cualificado para ello) fue la que nuestros mayores nos enseñaron de niños, y me resisto a que se pierda igual que tantas otras que hemos dejado por el camino, como si nos avergonzáramos de ellas, como si nombrar objetos con palabras diferentes a las de la mayoría fuera un demérito, en lugar de una riqueza cultural incuestionable.

Es por ello que, desde este humilde blog, conmino a mis paisanos que no la utilizan, a que lo hagan. No podemos permitir que desaparezca porque perderíamos "un poquito más" de nuestra identidad como pueblo en aras de la puñetera globalización.

Miguel Ángel G. Yanes 



Detrás del fonil canario, del funnel inglés y del funil portugués está, naturalmente,
el latino infundibulum, 'embudo'. Por acortamiento. Saludos

 

27/1/19

PUEBLOS NO CONTACTADOS

Investigan a un misionero por “intrusión" en el territorio de pueblo indígena no contactado

La noticia llega apenas dos meses después de que otro misionero fuese asesinado por miembros del pueblo no contactado sentinelese al llegar a su isla del Océano Índico con el propósito de convertirlos al cristianismo.
 Indígenas no contactados en Brasil demuestran que no quieren contacto con foráneos.
Foto tomada en el 2008. © G. Miranda/FUNAI/Survival
Indígenas de Brasil demuestran que no quieren contacto con foráneos. 
Foto tomada en el 2008. © G. Miranda/FUNAI/Survival

Un misionero estadounidense está siendo interrogado por las autoridades brasileñas después de que supuestamente entrara al territorio de un pueblo indígena no contactado.

Se ha informado de que Steve Campbell, un misionero de la "Iglesia Green Baptist” de Maine, EEUU ha sido interrogado por funcionarios de la FUNAI, el Departamento de Asuntos Indígenas del Estado brasileño. Hay reportes de que podría ser juzgado por genocidio.

La prensa brasileña informa que el Sr. Campbell entró al territorio del pueblo indígena hi-merima, ayudado por un guía local que había participado en una reciente expedición de la FUNAI.

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Cuando John Allen Chau decidió visitar la isla Sentinel del Norte, 
puso en peligro a los sentineleses no contactados. © Indian Coastguard/Survival

Dicen que visitó campamentos indígenas que la FUNAI había localizado en el marco de su labor de monitorear el territorio del pueblo indígena no contactado. La noticia llega apenas dos meses después de que otro misionero, John Allen Chau, fue asesinado por miembros del pueblo no contactado sentinelese al llegar a su isla del Océano Índico con el propósito de convertirlos al cristianismo.

Por lo visto, el Sr. Campbell ha justificado sus actos sosteniendo que le estaba enseñando a miembros de un pueblo indígena vecino, los jamamadis, a utilizar el GPS, y que la única manera de llegar a su destino era entrando al territorio del pueblo hi-merima.

El nombramiento por el presidente Bolsonaro de una predicadora evangélica, Damares Alves, al cargo de ministra encargada de asuntos indígenas animará probablemente a otros misioneros a tratar de visitar a otros pueblos no contactados.


Los pueblos indígenas no contactados son los pueblos más vulnerables del planeta. Poblaciones enteras están siendo exterminadas por la violencia ejercida por los foráneos que les arrebatan sus tierras y sus recursos, y por enfermedades como la gripe y el sarampión contra las cuales no tienen inmunidad.

Stephen Corry, director de Survival International, ha declarado: “Hay que impedir que estos misioneros cristianos fundamentalistas estadounidenses pongan en práctica este afán de llegar a pueblos indígenas no contactados. Esto puede llevarles al martirio que buscan, pero siempre se acaba matando indígenas.”

FUENTE: salyroca.es
23/01/2019

El afán religioso por convencer a los demás de estar en posesión de la "verdad" debe ser una especie de neurosis obsesiva que no los deja vivir, hasta llegar al punto de creer que, sufriendo martirio a manos de "infieles", alcanzan directamente al paraíso.

Sigo en mis trece de que son las religiones las que no han dejado evolucionar espiritualmente a la humanidad.

23/1/19

PACO NAVARRO

Hoy he vuelto a perder a otro de mis mejores amigos, de los poquísimos que ya me van quedando. Aunque para su familia haya sido un palo terrible por lo inesperado, él ha tenido la "fortuna" de una muerte rápida y limpia: un tajo eficaz, con el que la afilada guadaña de Morta ha segado su vida sin dolor aparente.

Aunque su nombre completo era Francisco Javier Valentín Navarro Ortega, para los amigos y conocidos, siempre fue y será, Paco Navarro.

Miguel Ángel Yanes y Paco Navarro

Mucha gente solía preguntarse qué teníamos en común Paco y yo que nos uniera tanto: él, alto, bromista y dicharachero, y yo, bajito, serio y harto comedido. Y nosotros, en plan de guasa, decíamos siempre: "que ambos estábamos casados con mujeres palmeras", aunque en realidad nos unían, más allá de la poesía y la política, la pintura y la música clásica. 

Paco Navarro provenía de una familia con un alto nivel cultural; no en vano, su padre, Julio Navarro Grau, fue un importantísimo compositor, cuya obra musical ha sido considerada una de las aportaciones más valiosas de la segunda mitad del siglo XX en Canarias, en cuanto a la música culta se refiere. Y su tío, Arturo Navarro Grau, periodista y locutor, llegó a ser jefe de programas de la extinta emisora Radio Juventud de Canarias, en la que (si la memoria me sigue siendo fiel) interpretaba también, junto a "Seña Pepa" (Genoveva del Castillo), el personaje de "Cho Venancio", en un programa semanal de diálogos típicos canarios, de corte humoristico, con los que tanto disfruté en mi infancia. A pesar de que la raigambre musical de su familia lo dotó de una amplia cultura en ese campo, aguzada por un oído privilegiado, Paco Navarro nunca se decidió a decantarse por ningún instrumento en particular.


Me unía una profunda amistad con él. No era una amistad antigua, pero sí bien cimentada desde hacía aproximadamente media docena de años, cuando nos conocimos en el bar de Tasito, antaño llamado Los Tres Mosqueteros, a raíz del fallecimiento de su hermana Piluca, quién fue, durante décadas, secretaria personal del expresidente de gobierno Felipe González Márquez.

Paco Navarro era un personaje peculiar; tenía un caústico sentido del humor, una innata facilidad de palabra y gran agudeza mental, lo que le permitía, aparentemente sin esfuerzo alguno, buscarle las vueltas al lenguaje para, jugando con el doble sentido de las frases, sacarle punta a cualquier cosa. En nuestras amenas tertulias, sobrepasada ya la linde del mediodía, disfrutábamos, a veces, compartiendo el "hobby" de crear y recrear palabras disparatadas y frases preñadas de humor, con significados harto peregrinos, como si se tratara de un duelo dialéctico, sin aparente sentido para el resto de los parroquianos, que nos miraban como si nos faltara algún tornillo. Era una auténtica gozada compartir con él esos instantes mágicos; algo que ya no volverá a ocurrir... porque se ha ido.


Desde aquí quiero hacer llegar mis sinceras condolencias y mi más profundo pesar a todos sus familiares, en especial a Ángeles, su esposa, y a sus hijos, Guillermo e Itálica.

Y no quiero acabar este artículo dejando atrás aquel mensaje que Mario Benedetti escribió para el "Che", y que yo utilizo siempre que parte alguno de mis amigos:


"Sería una pena que no existiera dios,
pero habrá alguien, seguro que habrá alguien
digno de recibirte..." ¡amigo mío!

 Miguel Ángel G. Yanes

17/1/19

CULTIVAR EL SILENCIO

Templanza


"Haz silencio a tu alrededor si quieres oír cantar a tu alma": Arthur Gaff.

El verdadero silencio es algo que tiene más que ver con lo que se produce en el interior de la mente, que el hecho de mantener la boca cerrada. Un espacio profundo que brota tras acallar el ruido que producen los diálogos y divagaciones internas. La mente, al igual que las aguas, vive agitada en las superficies y sosegada en las profundidades.


Cuando nuestras emociones se enturbian, se opaca la transparencia y se bloquea el rayo de lucidez que trata de atravesar por entre sus ondas. Sin embargo, cuando la tormenta pasa y las aguas se calman, se percibe el fondo con toda su quietud y claridad. El silencio pacifica la mente, sosiega los pensamientos y revela la profundidad de la esencia.

El cultivo del silencio no sólo permite aflorar soluciones insospechadas a problemas del camino, sino que también amplía horizontes y facilita el orden de las cosas. Vivimos en el seno de una cultura con ruido. El griterío de muchos bares parecen expresar que cualquier forma de silencio denota una atmósfera de tristeza derivada de algo sometido a las ausencias.


En realidad, el silencio aquieta el murmullo mental y permite la apertura del alma. En cierto modo, el silencio es una forma de palabra sagrada, un estado mental en el que se procesan y metabolizan las emociones y las ideas. El silencio propicia un vacío desde el que todo es posible y desde el cual, a menudo, la genialidad brota.

El silencio es algo más que un lujo del alma. En realidad, es una necesidad neurofisiológica que reorganiza complejos procesos de nuestras neuronas. Cuando, a lo largo de varias horas, uno se recrea en el silencio, termina por enterarse de que durante dicho tiempo no ha pasado nada, y sin embargo, ha pasado todo.


El silencio disuelve las contradicciones y permite observar las partes internas que nos diversifican y conforman. Se trata de un escenario mental en el que uno deviene observador atento, capaz de seguir el hilo de aquellos pensamientos que pasan. Tras el silencio consciente y bien respirado, la mente puede volver al “gallinero del mundo” y constatar que las situaciones que antes molestaban, ahora resulta que ya no importan casi nada. El silencio amplía la mirada interna, al tiempo que logra hacer latir los mecanismos de la gran máquina.

El silencio no es tan sólo ausencia de ruidos en el tímpano, es también un estado sosegado de consciencia. Permanecer callados no siempre supone alcanzar los beneficios del silencio. En realidad, el silencio es una actitud atenta que fluye y observa.


Un estado mental que conforme se hace más profundo, registra ondas cerebrales más lentas y pausadas. Muchas personas duermen cuando éste reina en las neuronas. Sin embargo, si el arte de la contemplación se entrena, sucede justamente lo contrario. Sucede que a mayor relajación y lentitud de ondas cerebrales, mayor es el grado de atención ecuánime y consciencia despierta.

El silencio del contemplador es activo, consciente y no es somnoliento. Es un silencio que abre bien los ojos, que se respira a sí mismo mientras uno observa como las ideas vienen y, al poco, se alejan. Se trata de un estado del Ser que se encuentra en las capas más hondas de la mente, allí donde uno es más allá de las palabras.


El silencio es el billete de viaje al "Profundo" y sin duda, el puente a la totalidad y la esencia.

FUENTE: noticiasyafm.com
José María Doria
05/09/2018

Leyendo este artículo me ha venido a la memoria una frase de Teilhard de Chardin que leí en mis años mozos y que deseo compartir con ustedes:

"No somos seres humanos
viviendo una experiencia espiritual, 
somos seres espirituales 
viviendo una experiencia humana"


11/1/19

MUJER GRÁVIDA

El término "grávido, da" identifica poéticamente algo cargado, lleno, abundante, de ahí que se aplique a la mujer preñada, embarazada, encinta o gestante, que lo mismo da. Mujer grávida es aquella que lleva una criatura en su seno.

Traigo esta palabra a colación de un hermoso poema de Victoriano Crémer que he redescubierto recientemente; una de esas cosas que quedan archivadas en algún cajón atascado de la memoria y que, a pesar de que uno de mis mayores vicios sea la Poesía,  a veces, cuesta bastante abrir.  Su título "Mujer redonda".


Hasta los niños la miraban, cuando
doblaba las esquinas de la calle;
tan azul y radiante, que una llama
parecía tener entre los dientes.

Huía de la luz con la pereza
de una cierva cansada, y sonreía
sintiendo las miradas de las gentes
resbalar por su vientre abovedado...

Es un bello poema que rezuma ternura a raudales e intenta dar tanta seguridad a las madres en ciernes, que me gustaría que lo leyera al mayor número posible de embarazadas.

¿Me ayudan a difundirlo? Basta con que lo hagan llegar al menos a una "mujer redonda" que conozcan. 


Está alojado en el blog titulado "El mágico universo de la Poesía". Para leerlo en su totalidad, solo tienen que pulsar el siguiente enlace:





¡Gracias!

Miguel Ángel G. Yanes

9/1/19

SIEMPRE DE RODILLAS


Resulta evidente que el inmovilismo de las religiones, con sus múltiples normas y repetitivos rituales, no nos permite evolucionar espiritualmente.

Miguel Ángel G. Yanes
 

7/1/19

LA DELICADA HEBRA (POEMA)


(A quienes padecen Alzheimer)

Como todos los días de su vida iba
Hilvanando versos mentalmente
Mientras paseaba por las calles del barrio.

Y por primera vez en muchos años
Vio tu rostro enmarcado en la ventana
Azul celeste de tu lejano cuarto.

Un escalofrío le recorrió la espalda
Cuando no pudiste reconocer
Al hombre que te amaba desde que el tiempo existe.

Sintió romperse entonces la delicada hebra,
Ese frágil vínculo que ataba
Tu corazón de miel, mujer, y el suyo.

Ya no estabas allí, en aquel cuerpo
Que en la lejana juventud amó
Con toda la pasión de sus sentidos.

Como si hubiera cumplido de repente,
Cien o doscientos años, volvió sobre los pasos
Lentos y torpes del anciano que habita.

Llegó a casa y guardó en un lugar secreto
Aquel anillo de plata que le diste,
Aquel pico de águila dormida.

Aquel símbolo mágico y sencillo
Que adornó su mano en tu memoria
Con la esperanza de volver a encontrarte.

Ya no ha vuelto a salir a recorrer las calles.
Va a esperarte aquí junto a esa puerta
Que separa los mundos. No tardes mucho más…

¡Le puede el frío!

Miguel Ángel G. Yanes

5/1/19

LA MEJOR FOTOGRAFÍA

La mejor foto de 2018 es la peor



El arte de la fotografía consiste en hacer visible lo invisible, en revelarnos algo que ignorábamos o que creíamos ignorar y que de repente se planta ante nuestras narices como una flor, un balazo en los ojos, una luz en el camino de Damasco. En ese sentido, la conmoción al contemplar una buena fotografía no es muy distinta a la catarsis sufrida durante una terapia, al descubrir una verdad de la infancia que permanecía oculta pero que siempre estuvo allí, dispuesta a saltar como un cepo dentro de un cajón a oscuras.

Tampoco muy distinta al deslumbramiento de esos versos, esos epitafios, esas grandes frases en que un encadenamiento perfecto de palabras nos golpea con la fuerza de un oráculo, la revelación de algo que no sabíamos que sabíamos.

Oráculo délfico (el rey Egeo consultando a la Pitia)

Las grandes fotografías no descubren nada: nos lo recuerdan, nos recuerdan todo lo que hemos querido olvidar, las evidencias flagrantes de nuestros crímenes, pecados, vergüenzas, negligencias, cegueras.

Por eso, habitualmente, las selecciones de las mejores fotografías del año funcionan como sermones sin palabras, operaciones de cataratas, radiografías exactas de fracturas que no nos duelen, informes médicos del alzheimer selectivo en que tan gustosamente chapoteamos.


Entre las mejores imágenes de este 2018 hay:

una patera diminuta con su cargamento humano flotando entre un océano monstruoso y un horizonte gris acero;


un grupo de simpatizantes nazis ardiendo de fe en algún lugar de Georgia;


una emigrante corriendo, con sus dos hijos de la mano, de la nube de gases lacrimógenos lanzados por una patrulla de fronteras en las cercanías de Tijuana.


 una carga de los Mossos contra un escuadrón de los CDR en Barcelona;


un voluntario de la defensa civil siria llevando en brazos a un niño herido delante de un automóvil en llamas;
 

Bolsonaro en un mitin en Minas Gerais, con cara de estarse aguantando un pedo;


un palestino con las piernas amputadas en una silla de ruedas emulando el mito de David y Goliath con una piedra girando en una honda para hacer frente a la bestia israelí;


Aun siendo impresionantes, ninguna de esas fotografías se acerca a la desnudez, la indefensión y la brutalidad que despide la imagen captada por Tyler Hicks, ganador del premio Pulitzer en 2014 y publicada en The New York Times. La foto muestra a una niña de 7 años, Amal Hussain, en estado de completa desnutrición, el arpa de las costillas asomando bajo la piel y los ojos ya rendidos a su desgracia. De hecho, la niña murió poco tiempo después, y la fotografía conmovió a los espectadores como siempre que se interpone la infancia en medio de la guerra, la muerte y la catástrofe. 

Dicen que la foto sirvió para alertar al mundo de la amenaza que pende sobre Yemen, uno de los grandes conflictos olvidados del planeta, una hecatombe humanitaria que amenaza con matar a millones de personas y convertirse en la hambruna más mortífera de las últimas décadas. Sospecho que no, que no sirvió de mucho, ya que la guadaña del hambre sigue pendiente sobre la interminable guerra civil desatada en Yemen.


No obstante, como en otras grandes fotografías, lo verdaderamente impresionante es la capacidad del artista para sugerir todo lo que ha quedado fuera del encuadre. Por ejemplo, los médicos, los voluntarios y cooperantes que están arriesgando su vida en medio de esa locura. Por ejemplo, la afable sonrisa del príncipe saudí Mohammad bin Salmán, uno de los principales promotores del desastre. 

Por ejemplo, la lógica criminal del alcalde de Cádiz, Kichi González, defendiendo la venta de armas a Arabia Saudí, los cañones de los barcos de guerra entregados, el sudor de los obreros gaditanos ganándose el pan a base de forjar masacres en otro continente. Por ejemplo, la desidia de los periodistas ocupados en no escribir sobre Yemen, mi despiste al teclear un artículo sobre cualquier chorrada, tu sonrisa al leerlo y pasar página. Sí, lo más terrible de esta foto es que nos ha retratado a todos.


FUENTE: publico.es 
Punto de Fisión 
David Torres 
02/01/2019



Que los "creyentes" me disculpen, pero ante imágenes como ésta, no me queda otra que, como "Don Ata*", volvérmelo a preguntar:





* En sentido respetuoso, los jóvenes de antaño llamábamos así a Atahualpa Yupanqui.

3/1/19

CHARCOS Y PISCINAS NATURALES DE TENERIFE


Imágenes costeras
 
de la Isla de Tenerife


Charco de los Chochos - Los Silos

El Caletón (Garachico)

 Charco del Viento - Icod

Charco de La Mareta - Icod

La Laja de la Sal - Puerto de la Cruz

Piscina natural - El Pris (Tacoronte)

Piscina natural - Mesa del Mar (Tacoronte)

Charco de Jover - Tejina (La Laguna)
 
 Piscinas naturales - Bajamar (La Laguna)

Piscina natural - Punta del Hidalgo (La Laguna)
 
Piscina natural - Punta Prieta (Arico)
 
Charco de la Virgen - Arico

Piscina natural - Santa Lucía (Güímar)

Piscina natural - El Porís de Abona
 
Piscina natural de Montaña Amarilla - San Miguel

Charco de La Jaquita - Guía de Isora

Charco del Tancón - Santiago del Teide
 
Charco de Isla Cangrejo - Santiago del Teide
 
 El Laguillo - Los Gigantes (Santiago del Teide)

Miguel Ángel G. Yanes