Traigo esta palabra a colación de un hermoso poema de Victoriano Crémer que he redescubierto recientemente; una de esas cosas que quedan archivadas en algún cajón atascado de la memoria y que, a pesar de que uno de mis mayores vicios sea la Poesía, a veces, cuesta bastante abrir. Su título "Mujer redonda".
Hasta los niños la miraban, cuando
doblaba las esquinas de la calle;
tan azul y radiante, que una llama
parecía tener entre los dientes.
Huía de la luz con la pereza
de una cierva cansada, y sonreía
sintiendo las miradas de las gentes
resbalar por su vientre abovedado...
Es un bello poema que rezuma ternura a raudales e intenta dar tanta seguridad a las madres en ciernes, que me gustaría que lo leyera al mayor número posible de embarazadas.
¿Me ayudan a difundirlo? Basta con que lo hagan llegar al menos a una "mujer redonda" que conozcan.
Está alojado en el blog titulado "El mágico universo de la Poesía". Para leerlo en su totalidad, solo tienen que pulsar el siguiente enlace:
¡Gracias!
Miguel Ángel G. Yanes
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