Automáticamente surgió ante mí, la imagen infantil de mi amigo Federico entonando aquel dichoso trabalenguas que le encantaba:
"Ortanchíviri, ortan chíviri
El jauja de la marquiski
Ortanchíviri malu
Maja jachi fuka kachi
Fuka kachi miri maujau
Jau jau jau."
El jauja de la marquiski
Ortanchíviri malu
Maja jachi fuka kachi
Fuka kachi miri maujau
Jau jau jau."
Pero por mucho empeño que ponía en que los demás nos lo aprendiéramos, nunca lo logró. No sé yo si porque lo hallábamos demasiado complicado de pronunciar o simplemente porque pertenecía al elenco 'cancioneril' de los Boy Scouts, de los que nada queríamos saber.
Miguel Ángel G. Yanes
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