22/3/21

DERIVA PROTOFASCISTA (II)

...CONTINUACIÓN:
 
Polarización y cuñas

Steve Bannon

Cuando hace unos años Steve Bannon (exasesor político de Donald Trump) llegó a Europa, los medios de comunicación europeos parecían desconcertados y malinterpretaron su misión como el intento de construir un partido político paneuropeo. Esto era totalmente erróneo. Lo que Bannon vino a hacer a Europa fue construir una infraestructura política para los partidos de ultraderecha de toda Europa.

Europa carecía de una derecha cristiana del tipo de la que tiene EE.UU. desde hace décadas y que está constituída por el votante cautivo de los candidatos conservadores. Lo que Bannon sabía es que "ningún votante es más rentable que el proverbial votante de un solo tema". Si se pudiera construir alrededor de Europa un electorado antigay o antiaborto, sus votantes estarían encantados de votar en contra de sus propios intereses económicos y políticos para impulsar su único tema de agenda: "fetos salvados y clase social completamente olvidada".

Los artefactos ideológicos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la inmigración, funcionan como 'cuñas' que permiten dividir a un electorado. Muy a menudo lo hacen muy cerca de la mitad. De hecho, son los 'temas cuña' los que suelen ser la fuente de lo que ahora está de moda llamar 'polarización'.

La 'polarización' tiene un gran beneficio para los activistas y estrategas políticos: "Sólo se necesita una fracción muy pequeña del electorado para inclinar una elección". Por supuesto, un sistema político bipartidista es más vulnerable a este tipo de maniobras que un sistema de representación proporcional, pero eso no debe ser fuente de tranquilidad.

Las 'cuñas' suelen estar íntimamente relacionadas con las intuiciones morales y, como tales, no son fácilmente susceptibles de un escrutinio racional. Por eso se construyen tan a menudo a partir del material político tomado de las 'normas religiosas' y tienen la textura y el tacto de las grandes certezas. "La estrategia que la izquierda debe aprender a desplegar tiene como fin desmontar la lógica de la 'política de cuña'". Esto no quiere decir "defender con uñas y dientes un lado y otro de esta brecha. Por el contrario, esto quiere decir circunnavegar la brecha". Muy a menudo esto significa dejar el discurso ideológico fuera del debate político y concentrarse en cuestiones de política pública.

La indignación como argumento y la crispación como fin

Mientras que las 'cuñas' son naturales en todos los debates políticos, el uso de las 'cuñas' como arma política es el resultado de su cuidadosa construcción y despliegue y ambas cosas se basan en la incitación de lo que hoy es "la fuerza más poderosa de la política: la 'indignación'".

La 'indignación' puede ser fácilmente incitada por la presentación minuciosa de un estado de crisis y, en buena medida, varias formas de crisis tienden a interactuar entre sí para engendrar nuevas y más poderosas corrientes de 'indignación'. Por ejemplo, "una crisis de inmigración que podría haber sido invisible en un periodo de prosperidad puede convertirse en una amenaza individual en un periodo de recesión económica en el que el empleo escasea".

La maquinaria política ha aprendido en la última década las formas más eficaces de incitar a la 'indignación' y lo ha hecho construyendo amplias narrativas que se apoyan en un amplio espectro de fuentes de información (online y offline) como mecanismos de confirmación mutua. En términos generales, hay 3 áreas principales en las que debe construirse "un programa eficaz contra la estrategia de la tensión informativa":

Los grupos políticos y la sociedad civil deben construir 'war-rooms digitales' a gran escala. Las lecciones de Cambridge Analytica no deben perderse porque el ágora y los operadores de esa tecnología con la que la empresa participó en más de 200 elecciones en todo el mundo siguen en pleno funcionamiento mediante lo que ahora es una gran comunidad de activistas y plataformas de campaña digitales que no operan sobre el espacio público, sino que tienen penetración directa en el espacio de lo privado. "Para hacer frente a estas campañas no van a bastar las buenas intenciones".

Los medios de comunicación, como bien indica Forti, tienen una gran parte de responsabilidad en la construcción del contingente político en cuestión. Ningún ejemplo de esto es tan claro como la creación de la figura política de Trump, que comenzó su vida pública como una figura de 'celebrity show' y prácticamente sin traducción ni rearticulación trasladó la escandalosa frivolidad del 'reality-TV' al campo político.

Si los medios de comunicación construyeron a Trump fue porque lo vieron como un producto rentable. Cuando se examina el estado de los medios de comunicación europeos –y los casos de Francia, España e Italia son particularmente graves se puede ver a una ultraderecha despachada en los salones como entretenimiento político del mismo modo que lo fue en su momento Donald Trump.

Donald Trump

Pero a diferencia de Forti, no creo que el problema tenga que ver con 'fake news', contra las que corroborar los hechos sistemáticamente sea un antídoto. A mi parecer, el servicio más importante que los medios de comunicación ofrecen a la 'ultraderecha' es la producción de potentes fragmentos de 'pornografía emocional' sobre la que la extrema derecha construye sus proyectos de 'pornografía política'. A esto no hay 'fact-checking' que le pueda hacer frente.

"La batalla en los medios de comunicación es una batalla editorial y demanda presión pública constante, periodismo independiente y el uso de las armas legales pertinentes para frenar la incitación, las apologías de violencia o la promoción del odio". Al mismo tiempo, en un sistema de clientelismo, el arma más directa que el público tiene para incidir sobre la línea editorial de un diario o de un canal de televisión, sigue siendo la salud económica de quienes financian esas operaciones y en general estos tienden a ser sus auspiciantes.

Necesitamos una respuesta europea, ya

El proyecto político en cuestión es global y en Europa se ha constituido en una red transnacional sustentada no solo por el 'lobby estadounidense', como bien dice Forti, sino también con un fuerte apoyo financiero, transferencia de tecnología, colaboración y formación estratégicas de cuadros políticos.

Europa necesita generar una respuesta conjunta. No solo desde sus cuadros políticos y grupos de sociedad civil sino también desde sus instituciones. Es menester que el aparato legislativo europeo se ponga en marcha para modular el tipo de discursos y el movimiento de información y dinero que han sido usados para cultivar el tipo de 'violencia política' que se vio en Washington a principios de enero.

El asedio al Capitolio de EE.UU. el pasado 6 de enero debería haber ofrecido una imagen aleccionadora de cuál es el precio que hay que pagar cuando la 'negligencia reguladora' da lugar a una esfera pública digital anárquica. Ya no es necesario hipotetizar el peligro que representa la mala gestión de las redes sociales y de los activos digitales. Ahora tenemos la confirmación de dos hechos críticos

En primer lugar, queda establecido, más allá de toda duda razonable, el hecho de que, en su forma actual, "el conjunto de herramientas mediáticas digitales a disposición del público en general permiten la construcción y coordinación de algo tan insondable como el asalto armado y frontal a la democracia". En segundo lugar, queda establecido con total certeza el hecho de que "los gigantes tecnológicos son incapaces de regularse a sí mismos y de vigilar la actividad de sus usuarios".

"Las democracias europeas son imperfectas pero las alternativas son mucho peores". Para preservar las democracias europeas, para detener el desarrollo de las 'constelaciones proto-fascistas' que se conjura en la región, es esencial que Europa construya una esfera pública digital bien regulada.

"Europa necesita soberanía digital y una ciudadanía digital. Europa necesita un modelo de esfera pública digital vinculado al Estado de Derecho en donde la 'ley europea', construida para proteger al 'ciudadano europeo' del potencial rebrote de la barbarie política del siglo XX, tenga soberanía sobre el discurso y la práctica política".

FUENTE: ctxt.es
Martin Gak  
02/03/2021
 
Cierto: la historia se repite y el fascismo vuelve por sus fueros. En nuestra mano está frenarlo legalmente o permitirle que se aproveche de las propias reglas del juego democrático que denosta, y dejar que vuelva a campar a sus anchas por Europa.

No podemos alegar ignorancia. Sabemos perfectamente lo que ocurrió a medidados del siglo XX. 
 
Elijamos pues.

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