Armábamos esa bronca cacharreril para concienzar al Borbón de que somos un pueblo harto y cansado, y que si tuviera un mínimo de sentido común, presionaría a su egregio padre, el rey emérito, para que cediera al Ministerio de Sanidad ese montón de millones que se embolsó por su 'gestión' en el asunto del Ave a la Meca, para ayudar así a paliar las deficiencias sanitarias que ha desvelado la crisis del 'coronavirus'. Y si es que la Corona no quiere hacerlo por el pueblo español, aunque sea por solidaridad, debería hacerlo por el 'bichito' que, a fin de cuentas, forma parte de Ella.
Se nota mucho que no soy monárquico ¿verdad?... Es que no me gustan ni los Reyes Magos.
¡Ah! Dice el ABC que la merecida cacerolada fue "una miserable politización del coronavirus"
Miguel Ángel G. Yanes
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