12/4/21

LIBERAR LAS PATENTES (1ª PARTE)

“Para que las vacunas sean un bien común hace falta una respuesta geopolítica que libere las patentes


Joan Benach / Profesor, investigador y salubrista. Imagen reciente cedida por el entrevistado

"Hace un año, una crisis global de salud pública sacudió los cimientos de nuestras vidas". ¿Qué ha dejado al descubierto la pandemia del coronavirus? ¿Cuán determinante es la realidad económica y social para nuestra salud? 

La Covid-19 ha mostrado la gran vulnerabilidad humana y también las deficiencias de un sistema donde "quien nace pobre también sufrirá las consecuencias en su salud".

Entrevistamos al investigador Joan Benach, que ha publicado el libro titulado 'La salud es política (Icaria, 2020)'. Benach es director del Grupo de Investigación en Desigualdades en Salud-Employment Conditions Network (GREDS-EMCONET), subdirector del Johns Hopkins University-UPF Public Policy Center y catedrático del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra.

Hace un año de la llegada de la pandemia e inicialmente parecía un “virus democrático”.  A menudo hemos oído que "afectaba a todo el mundo por igual". ¿Ha sido así?

En sí mismo, el virus puede ser “democrático”, pero "las condiciones sociales de las personas y grupos que lo transmiten y generan sus efectos no lo son". La palabra pandemia hace referencia a la extensión masiva de una epidemia y esto puede hacer pensar que afecta a todo el mundo.

Y es cierto, pero no en la misma medida. Por tanto, hay que mirar el problema de manera diferente a como habitualmente nos lo presentan los medios de comunicación.

Estamos ante una pandemia desigual, "esparcida y amplificada por la desigualdad social que -como he señalado muchas veces- es la peor de las epidemias que estamos sufriendo". Por lo tanto, hay 'desigualdades pandémicas' o, si lo queremos decir con Mike Davis, hay una 'constelación de epidemias' que viene determinada sobre todo por factores socioeconómicos y sanitarios no equitativos.

Entonces ya apuntaba a las desigualdades en salud como un factor clave de los desiguales efectos de la Covid-19. ¿Qué hace que las personas más pobres sufran más los efectos de la pandemia?

"Casi todas las enfermedades interactúan dentro de un contexto social caracterizado por la pobreza, las privaciones materiales y desigualdades sociales crecientes". Por ejemplo, el mayor riesgo de contagio que sufren grupos de población precarizados, desahuciados, migrantes, etc. Además, estos grupos sociales tienen más dificultades para protegerse, por ejemplo, "al no poder cambiar a menudo las mascarillas". Además tienen más factores de riesgo y enfermedades (hipertensión arterial, obesidad, diabetes, cardiopatías, etc.) que los hacen más susceptibles a que el coronavirus produzca un impacto más grave

Los estudios científicos muestran con claridad cómo los factores sociales actúan sinérgicamente aumentando la probabilidad de ser contagiado, de enfermar y morir. Es por eso que decimos que la Covid-19 "más que una pandemia es una sindemia". Quizá la pandemia actual se podrá resolver con medidas biomédicas, pero el coronavirus probablemente seguirá con nosotros y aparecerán nuevas infecciones y pandemias.

Más tarde o más temprano frenaremos esta pandemia, pero si no somos capaces de detener las causas políticas profundas que la han originado y las desigualdades sociales, las sindemias seguirán azotándonos con nuevas enfermedades y problemas de salud que afectarán mucho más, como decíamos en un artículo con Juan M Pericàs, a una población “vulnerada”.

El epidemiólogo británico Dave Gordon hizo una lista de las recomendaciones que se suelen hacer en salud y que al final culpabilizan a la víctima, como no fumar o hacer ejercicio... ¿Qué capacidad de elección tenemos en nuestras condiciones de vida?

No se puede comprender –ni resolver– un problema social y colectivo como es la salud pública con una mirada que haga hincapié en los factores personales, por relevantes que estos sean. La ideología liberal nos dice que la libertad es “hacer lo que queremos”, pero "no hacemos lo que queremos sino lo que podemos o nos dejan hacer". 

En 1999, Dave Gordon difundió un texto en forma de broma que me gusta mucho repetir. En su artículo “Consejos alternativos para tener una salud sana” criticó la visión tradicional de los gobiernos que dan "consejos asociales de los estilos de vida”.

El decálogo de su texto decía cosas como: “No sea pobre, pero si lo es, procure no serlo por mucho tiempo”, o bien “no realice un trabajo estresante, mal pagado y precario”

Las enfermedades y la muerte prematura se dan en todas las personas, pero determinados grupos sociales las padecen con más frecuencia. Al tener menos derechos, recursos, oportunidades o poder, nuestros grados de libertad se reducen.

Cuanto más difícil es la vida familiar, laboral, etc., más probable es que se generen sacudidas y problemas de todo tipo.

Por ejemplo, las adicciones no son, como muchos creen, una simple 'elección personal', sino a menudo una respuesta para aliviar algún trauma que nos genera dolor emocional y sufrimiento.

Vale decir que las conductas compulsivas son hoy una verdadera pandemia social, donde 'nos enganchamos' a casi todo (el juego, las compras, el sexo, la comida, el trabajo, internet, etc), mediante los móviles, las redes sociales y todo tipo de productos y servicios adquiridos a través de Internet ,donde, bajo el neoliberalismo, las grandes empresas y la publicidad nos empujan a ser adictos para así conseguir más ganancias.

A menudo atribuimos la buena o mala salud a elementos biológicos o genéticos, pero según explica en su libro hay muchas más causas... ¿Qué otros factores, más relevantes que nuestros genes, nos generan el tener buena o mala salud?

Al mencionar las causas de la salud, los medios de comunicación difunden una visión que pone excesivamente el acento en los factores biomédicos y la genética.

Tanto es así, que en los últimos años se ha puesto de moda decir: “Es parte de nuestro ADN”, o expresiones similares, al hablar de temas laborales, deportivos y de todo tipo

Los factores genéticos son relevantes para la salud, pero juegan un papel menor en la producción colectiva de la enfermedad. ¿Por qué?

Pues "porque hay pocas enfermedades exclusivamente genéticas y porque la biología interactúa constantemente con un ambiente, que puede o no compensar una determinada desventaja biológica o genética". Estar predispuestos no quiere decir que estemos predeterminados.

¿Por qué enfermamos? La salud de la población, la salud colectiva, depende fundamentalmente de los llamados determinantes ecosociales de la salud

Por citar algunos, la precarización laboral, la pobreza, los problemas de vivienda, las injusticias ambientales o la 'debilidad de la salud pública', aquella disciplina que tiene por objetivo prevenir la enfermedad, y proteger, promover y restaurar la salud de toda la población.

A su vez, estos determinantes dependen de las políticas públicas, sociales, laborales, ambientales, etc., que se elijan y, a su vez, estas políticas dependen de la distribución del poder político en sentido amplio, es decir, de la política.

Cuenta en su libro que, desde antes de nacer y hasta la muerte, incorporamos en los cuerpos y mentes los determinantes políticos y sociales que más tarde expresamos en forma de salud o enfermedad... ¿Tan relevante es de dónde venimos y dónde crecemos?

Es fundamental, tanto a nivel personal y familiar, como del grupo social (clase, género, etnia, situación migratoria) al que pertenecemos y del lugar (barrio, región, país) donde vivimos. Los humanos somos 'seres totales', todo está integrado, pero "el modelo biomédico hegemónico separa la mente del cuerpo, desconecta las emociones de la salud física, y separa al individuo de su entorno, de manera que las personas quedan 'desvinculadas' de sus contextos".

Sin embargo, la enfermedad y la salud son el resultado de múltiples causas interrelacionadas de tipo sistémico e histórico que no deberían separarse. Por ejemplo, si una mujer migrante llega a urgencias de un hospital con un infarto de miocardio, es porque "su cuerpo y su mente expresa todos los problemas y factores de riesgo acumulados durante su vida que, finalmente, se reflejan en su psicología y en su biología".

Su historia personal es también la historia de su clase social, de su género, de su situación migratoria, y del colectivo social, comunidad y país al que pertenece.

La evolución de las ciencias lleva a una creciente superespecialización que, a pesar de ser útil y necesaria, a la vez nos hace difícil comprender de forma completa la 'realidad integrada' que va desde los genes hasta la política. Como si de un virus se tratara, lo político y lo social 'penetra' en nuestros cuerpos y se 'expresa' en forma de 'daño psicobiológico' mediante enfermedades, sufrimiento y muerte prematura.

Versión ampliada de la entrevista publicada originalmente en catalán en la revista Crític

FUENTE: ctxt.es
Elena Parreño (Crític)
07/04/2021

CONTINÚA...

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