No tengo muy claro si la anécdota se produjo en un desierto de Arabia o del Magreb (noroeste de África), así que el individuo en cuestión perfectamente podía ser magrebí y no árabe, pero esto no le resta ni un ápice al asunto.
Fue una imagen televisiva, de esas que pillas 'zappeando' a lo loco mientras ponen la retahila mareante de anuncios en mitad de la película que estás viendo.
Un... árabe, magrebí, bereber, beduino o lo que fuera o fuese con chilaba y turbante incluido, tenía un pollino blanco tomado del ronzal junto a una joven rubia que pretendía entrevistarlo (a él, no al pollino).
- ¡Qué precisoso animal! - dijo ella.
- ¡Es un burro! - dijo él.
- Pero ¿es macho o hembra? - preguntó ella.
- Ya le dije que es un burro. - recalcó él.
Acto seguido se cortó la conexión como si hubieran sufrido una avería. Aunque a mí me sonó que alguien le había desconectado el cable.
"Si fuera hembra, sería una burra" -puntualicé yo- ¿No?
Miguel Ángel G. Yanes
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