9/12/19

ROMPER UNA BANDERA


Ver romper una bandera, no cabe duda de que puede resultarle ofensivo a quienes la crean o consideren un símbolo 'sagrado', pero de lo que no cabe la menor duda, más allá de connotaciones políticas, religiosas o sociales, es que se trata de un trozo de tela a fin de cuentas. Así que no entiendo el por qué de la condena a unos determinados jóvenes por haber rajado una bandera, ya sea de España, de Catalunya o de la quinta puñeta.


Es imposible que una bandera, como trapo (o plástico) que es, se sienta despreciada o ultrajada, por mucho que se empeñe la Justicia aludiendo al artículo 543 del Código Penal. La lógica y la razón me dicen que es una auténtica perogullada.


Pueden sentirse despreciados o ultrajados los ciudadanos que se consideren representados por él, pero no el símbolo en si, amén de que hay que considerar algo llamado 'libertad de expresión' que defiende las opiniones de los individuos, más allá del escándalo o la preocupación que puedan generar en determinados sectores de la sociedad. Y es que el asunto entra en franca contradicción con la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que, al parecer, la justicia española se pasa por el arco de triunfo condenando a tres jóvenes independentistas catalanes por un hecho así.


Y es que, por desgracia, hay quienes son capaces de llegar a extremos inauditos; matar incluso a alguien a cuenta de un puñetero trapo de colores. Sé que es algo cultural y educacional  (o más bien sus antónimos) pero.. ¿no creen ustedes que ya va siendo hora de cambiar algunas cosas 'francamente' revenidas en este 'pís'?


Miguel Ángel G. Yanes

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