ESPERGESIA (POEMA)

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.

Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha…
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.

Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico… Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben… Y no saben
que la luz es tísica,
y la Sombra gorda…

Y no saben que el Misterio sintetiza…
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

César Vallejo

(1892 - 1928)

La palabra 'espergesia' que da título al presente poema, carece de un significado concreto, aunque hay eruditos que considerándolo un neologismo personal de César Vallejo, han dado en atribuirle diferentes significados (lo que es mucho decir) tales como un compuesto de 'esperma y génesis' o de 'esperanza y génesis'. Aunque a mí me resulta evidente que el poeta, tocado por el Numen, goza de la absoluta libertad de manipular las palabras, creando y recreando como le venga en gana.

Miguel Ángel G. Yanes