EN CONTRA DE LA VOLUNTAD POPULAR

Entre piafar de bestias, gritos, insultos, abucheos... aquestos caballeros de brillante armadura opositora y lanza en astillero, pulcros y bendecidos, adornados de grímpolas y cruces, lanzados a galope tendido en improvisada justa contra el pecho gubernativo, intentan derribarlo a la fuerza, tirarlo del corcel sin miramientos, para tomar el mando y el control del 'feudo' que (convencidos están) les corresponde a 'ellos' por herencia, tradición y raigambre.

Este ciudadano, tomando prestada una de sus frases de tintes religiosos: 'eso va a misa', indicada para algo inexcusable e ineludible, quiere decir que...

"la voluntad del pueblo soberano expresada a través de las urnas 'tiene que ir a misa'"

 

Sé que les escocerá que diga esto, pero considero lícito validar la cuestión con sus propias palabras; aunque solo les moleste la forma, porque el fondo les importa un carajo.

Quieren mangonear este 'pís' a su antojo, como siempre lo han hecho, sin que nadie les corte la meada, sobre todo esos ciudadanos anónimos que aún tienen arrestos para protestar ante las injusticias y las iniquidades y eharse a la calle si hace falta, mal que le pese al virus o a los santos arcángeles, a defender sus tan baqueteadas libertades.

Siempre he tenido la sospecha de que eso de 'pasarse la voluntad popular por el forro de los cojones' es algo que 'a los de siempre' les produce auténtico placer. Lo que no sé si les resultará tan placentero es que les apredeen la entrepierna.

Miguel Ángel G. Yanes