Hoy, festividad de San Juan Bautista, los antiguos chorros públicos del Puerto de la Cruz, a pesar de que ya no mane agua por casi ninguno de ellos (creo que la única excepción es el del muelle), son reverenciados por los portuenses, engalanándonos con flores, frutas y verduras, cumpliendo con un ritual que entronca con la festividad de la cosecha y el propio solsticio de verano.
Aquí les adjunto una serie de fotografías de diferentes años con los chorros debidamente 'enramados'. Una preciosa tradición que nunca debería perderse:
Chorro del Durazno
Chorro de Las Maretas
Chorro de Martiánez
Chorro de la Calle Cupido
Chorro de la Calle Mequínez
Chorro de Las Cabezas
Chorro del muelle
La ciudad portuense va perdiendo su encanto y su identidad en aras del 'progreso' (de unos pocos) y de esos negocios multinacionales que van haciéndose con todo. Cosas de la puñetera globalización.
Miguel Ángel G. Yanes
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