EL CURIOSO CASO DE LOS QUE SE PERDONARON A SI MISMOS Y NUNCA PASARON POR EL BANQUILLO

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, la tribu facha que sustentó el régimen dictatorial del general Franco, se aplicó a si misma el 'perdón' tras acogerse a la Ley de Amnistía de 1977 propiciada por los propios dirigentes franquistas y repartida 'urbe et orbi', a diestra y a siniestra, como si de una bula pontificia se tratase.

 

Y los franquistas aprovecharon para subirse al carro

Sin embargo ahora, sus vástagos exigen que no se transija con quienes ya han cumplido la pena que la Justicia les impuso, con aquellos que, por mucho mal que hayan hecho a la sociedad (incluidos los delitos de sangre) han pagado su culpa con los años de cárcel que se les impusieron. Y que, aunque se harten (no todos) de pedir perdón, jamás serán perdonados por esos politicastros que dicen basar su fe en las enseñanzas de Jesús El Cristo, porque no les da la realísima gana de conjugar ese sagrado verbo ('perdonar') con según qué personas.

Y es entonces cuando caigo en la cuenta de que la cuestión se circunscribe al juego, ¡sí! al juego político, más allás de creencias y filosofías. Las derechas en España, deficitarias en argumentos, solo tienen tres cartas: ETA, Cuba y Venezuela, y no pueden permitirse el lujo de perderlas. Así que, mano tras mano, van tirando de ellas hasta que se desgasten, o las izquierdas metan la pata hasta el corvejón y terminen haciéndolos 'buenos'.

 

 "Señor: Cuídame de los buenos, que de los malos ya me cuido yo"

Miguel Ángel G. Yanes