16/4/19

APARCANDO

Hay quienes aparcan como les sale del pito.. o de la pita. Los hay (ellos y ellas) que cuando poseen un coche de alta gama, para evitar, no sé muy bien si que se lo rayen, o que se les pegue el "piojillo" de los utilitarios, ocupan dos plazas de aparcamiento, dejando la línea divisoria bajo la panza de su vehículo y lo más alejado posible de los colindantes.

El caradura de turno

Otros, sin el menor pudor, encasquetan sus coches en las plazas reservadas para minusválidos, pensando (digo yo) que como les faltan bastantes neuronas, pueden acogerse también a la minusvalía.

Luego están aquellos a los que las señales les importan tres pares de cojones y aparcan, por ejemplo, delante de un vado y se las piran.

Después hay otros-as que aparcan de oído; son incapaces de hacerlo sin golpear repetidamente a los coches de delante y de detrás.


Son cojonudos-as los que aparcan sobre los lugares reservados para motos y se chascan media docena de plazas por la puta cara.

También los hay que utilizan los pasos de peatones para dejar sus coches y que se joda el prójimo.

Podría seguir enumerando casos, pero estoy parado en doble fila y el ciudadano aparcado a mi izquieda,  necesita salir. Así que me las piro.


¡Abur!

Miguel Ángel G. Yanes

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