España
no es más fascista hoy que ayer, pero ese fascismo está más
representado en las instituciones. De hecho, nuestro país pasa por ser
el que tiene la extrema-derecha más fuerte de Europa. Después de que los partidos democráticos jugaran a la ruleta rusa tras el 28 de abril, la nueva convocatoria de elecciones ha revelado una retirada de la confianza tanto a PSOE como a Unidas Podemos (UP) y la aniquilación de Ciudadanos en favor de PP y Vox.
Comparativa de resultado elecciones generales
del 10/11/2019 con las celebradas el 28/04/2019
Sánchez la ha pifiado. Hasta ayer, siempre le había salido bien ir a contracorriente. El problema es que su error de ayer, arrastra a toda España a las garras de la extrema-derecha. Su ineptitud negociadora y el modo en que no ha plantado cara al fascismo en el debate hacen que España hoy esté más cerca de tiempos oscuros. Tras las elecciones de ayer, es más complicado todavía conformar gobierno que en abril. Dicho de otro modo, todo le ha salido mal a Sánchez, por lo que debería sonreir menos y disculparse más.
Vox está eufórico porque, además, sus 52 representantes del fascismo en el Congreso le traerán sustanciales cantidades dinero en esas subvenciones de las que tanto reniega con una mano mientras, con la otra, pone el cazo para llevárselo crudo. Quizás no estén tan contentos con el hecho de que los nacionalismos autonómicos también hayan crecido en el Congreso, pero hoy por hoy están tan borrachos de poder que ni siquiera analizan esa circunstancia.
Hoy más que nunca, la ciudadanía debe seguir plantando cara al fascismo con mayor contudencia de lo que lo han hecho los partidos democráticos, cuyos errores y bajo nivel han agravado la amenaza de la extrema-derecha. Sí, han pasado, pero su estancia debe servir para mostrar a quienes todavía no lo han visto lo peligrosos que son. Y pararlos junt@s.
FUENTE: publico.es
Posos de Anarquía
David Bollero
11/11/2019
Queda claro que tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias con su mutua intransigencia, mirando más por sus propios intereses que por los de los ciudadanos que representan, se han disparado a los pies (en un "guiño monárquico") y de milagro no se han volado los huevos.
¿Quién le habrá dado esas alitas "de pollo"
a la extrema derecha ¡eh!?... ¿Quién?
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