5/11/19

EL PERRITO JODEDOR

Soy un amante declarado de los animales, de todos, pero hay un perrito jodedor que me trae por mal camino. Se pasa el día entero ladrando (yo no pretendo que "fable galego") pero -por amor de dios- ¿no hay nadie que pueda mandarlo a callar aunque sea un ratito?


En el momento de escribir esta entrada son las 23,30 de la noche y el animalito sigue con su insistente y monótono "guineo" desde que rayó el alba. Si bien, con los ruidos propios de la jornada laboral se atempera un poco el sonsonete, al caer la noche y decrecer los sonidos circundantes, el agudo "guau-guau" del perrito se hace insoportable. Cierro la ventana y la puerta del balcón que dan a la calle, pero no hay manera, se sigue colando en mis oídos por mucho que suba la música o el volumen del televisor. Intento refugiarme al fondo de la casa pero se cuela también hasta allí amplificado por la boca-patio. Ya no sé qué hacer. Y es entonces cuando me puede la cólera y me cago en el can y en la madre que lo parió, que ni es puta ni tiene culpa alguna, pero ya me da igual.



Día tras día así se hace tan insoportable que voy a terminar odiando, no solo al puñetero perrito, sino a los dueños, que no sé muy bien si les importa un carajo la vecindad o es que son sordos.

En estas elucubraciones andaba, cuando un grito de varón -grave y potente- estremeció la noche gritando:

- ¡¡¡¡¡ESE PEEEEEERRO!!!!!


Veo que no soy el único afectado. El sonsonete de ladridos sigue y sólo me queda aplicarme aquel dicho:

"Mal de muchos, consuelo de tontos".

Miguel Ángel G. Yanes

1 comentario:

  1. ¿Serán ladridos grabados? A ver si se trata de algún-a sonaja empeñado-a en joder al vecindario.

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