UN ODIO VISCERAL

Republicanos españoles camino del exilio tras la victoria franquista

Entiendo que si algún sector de la sociedad española tuviera motivos para odiar a otro, éste debería ser el más machacado, el de la Izquierda que, tras verse traicionada por un golpe de Estado, una Guerra Civil, 40 años de 'dictadura' y otros 40 de 'dictablanda' han sido los auténticos perjudicados de la Historia, pero resulta que no es así. 

Vienen a ser 'ellos', los miembros de las actuales variantes de la 'derecha española', herederos de aquellos franquistas que arrastraron a España a la barbarie de una 'guerra fratricida', de la que, a la postre, sacarían pingües beneficios. No en vano muchas de las grandes fortunas de este 'pís' se fraguaron entre los mimbres fascistas del 'Glorioso Movimiento Nacional' y el régimen dictatorial impuesto a continuación, tras pasarse la legalidad vigente por sus 'católicas' verijas. 

Vienen a ser 'ellos' -repito- quienes, apelando a sus tan cacareadas 'Soberanía' y 'Unidad de España', hacen gala de un rencor y de un odio visceral, generadores ambos de una absoluta crispación, que se trasluce en los rostros de sus líderes políticos cada vez que abren la boca para machacar a modo a las fuerzas progresistas que, en un loable intento, más allá de 'dimes' y 'diretes, 'quieren sacar adelante el gobierno de la XIV legislatura, tal y como la mayoría ciudadana les ha encomendado a través de las urnas. Y no por las bravas como la Derecha desearía que ocurriese. Me remito a las declaraciones del impresentable de Hermann Tersch, azuzando al ejército para que intervenga dese su escaño en el Parlamento Europeo.

Y esto es así porque en realidad no creen en la 'auténtica democracia'. No defienden 'la España de todos los españoles'. Lo que la Derecha defiende, es "su España", ésa que crearon al socaire del franquismo y de su estrambótico Régimen del 78: una 'democracia vigilada', un 'proceso capitalista' que, auspiciado por Estados Unidos, dio forma 'legal', económica y política a los restos del anterior régimen dictatorial, para que 'ellos' (los de siempre) siguieran manejando el cotarro a su antojo.

Ese odio visceral del que les hablo, lo genera su rabia al pensar que pueden llegar a perder el control de 'esa España' que consideran suya y solo suya... Y a los demás que nos den por culo. Es por eso, y solo por eso que repiten como un mantra lo de ¡Se rompe España!

Miguel Ángel G. Yanes