Hoy en día, con los nuevos despertadores digitales, programarlos para que suenen su alarma dos, tres, o más veces cada pocos minutos es una mala técnica porque, llevados de la confianza, sobre todo si hay un exceso de cansancio, más de una vez nos quedaremos dormidos tras el último aviso, pensando que sonará de nuevo.
La buena técnica, según decían los abuelos, tras despertar con el estridente sonido de aquellas reliquias, era sentarse de inmediato en el borde de la cama, poner los pies en el suelo para que su frío contacto los espabilara y apagar luego el puñetero cacharro.
Y es que los viejos saben bien lo que hacen. Y sí no, fíjense en los pensionistas vascos, punta de lanza del movimiento encaminado a forzar al gobierno a que las pensiones suban lo mismo que el IPC (Índice de Precios de Consumo) e incluso a blindarlas en la Constitución.
Echarse a la calle -con dos cojones- para luchar por unos derechos (que ahora les quieren arrebatar) ganados a pulso durante toda una vida laboral; ésa si que es una buena táctica. A ver si los jóvenes despiertan y toman recortes porque, si no espabilan, lo van a tener crudísimo con el Estado en un futuro próximo.
Miguel Ángel G. Yanes
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