Me preocupa y me duele porque han perdido el norte de la solidaridad, de la fraternidad y de otros tantos valores que les hubieran dado otra perspectiva de la sociedad, aunque he de reconocer que ha sido el propio Estado quien ha fallado en cuanto a cultura y educación se refiere, dando lugar a esa peligrosa deriva juvenil hacia la extrema derecha y su eterna cabezonería e intransigencia.
Por el contrario, no me preocupan demasiado otros sectores juveniles que abiertamente se adhieren a este partido ultra porque lo han mamado y lo llevan "en la masa de la sangre". Creen estar en posesión de la verdad y no hay forma humana de convencerlos de lo contrario. Son los cachorros del neofascismo español engendrado en los años 70 durante la famosa Traición, digo Transición, (¡Jesús!, en que estaría yo pensando) que vuelven por sus fueros.
en Madrid el 24 de enero de 1977 (Matanza de Atocha)
Miguel Ángel G. Yanes
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