Tropecé ayer, en un centro comercial de esta capital, con mi amigo y ex compañero laboral Fidel Cañas, fiel seguidor de este blog, que me felicitó efusivamente por la reciente boda de Laura, mi hija.
Agradeciendo sus afectuosos parabienes, le dije:
- Como padre, estoy contento porque creo que ha encontrado a un buen hombre que la quiere y la respeta como nadie, pero lo que nunca imaginé, es que terminaría emparentado con la policía.
- Lo mío es peor... ¡mi hijo es de Ciudadanos!
No pude reprimir la carcajada.
Miguel Ángel G. Yanes
Agradeciendo sus afectuosos parabienes, le dije:
- Como padre, estoy contento porque creo que ha encontrado a un buen hombre que la quiere y la respeta como nadie, pero lo que nunca imaginé, es que terminaría emparentado con la policía.
No pude reprimir la carcajada.
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