3/5/19

LA HOJA DE PALMA


Una hoja de palma, aparentemente abandonada, yace sobre la acera, pero una pareja de recios guantes de trabajo bajo ella, dan fe de que pertenece a algún operario de limpieza que, o bien se ha tomado un respiro o le ha acuciado alguna necesidad fisiológica.

Los barrenderos municipales de diversas localidades isleñas, aprovechan para efectuar su trabajo aquellas hojas de la palmera canaria (Phoenix canariensis) que, estando en buenas condiciones, sus compañeros de parques y jardines, cortan en las épocas de poda y les reservan. No necesitan ningún tipo de proceso para hacerlas servir como escobas más allá de eliminarle astillas u hojas innecesarias; simplemente empuñarlas por su larga penca o mango, también llamado pírgano, y con un movimiento balanceante arrastrar las hojas por el suelo para que cumplan su labor.

 Equipo de limpieza durante los Carnavales - Santa Cruz de Tenerife

Habida cuenta de su gran tamaño, poco peso y gran flexibilidad, esta original escoba se ha convertido en un útil de trabajo bastante apreciado por los operarios que, en ocasiones portan más de un ejemplar en su carro de limpieza, para utilizarlas en según qué superficies.

Contra todo pronóstico: joven, morena y con larga cola de caballo, es una empleada municipal quien regresa a por la hoja de palma para continuar la brega. La saludo y sonrío, pensando que, por fortuna, no solo hay costumbres y tradiciones canarias que siguen vigentes, sino que, contra viento y marea, el mercado laboral se viene abriendo, en todos los campos, ante el imparable empuje de  las mujeres.


Miguel Ángel G. Yanes

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