9/5/19

ILEGALES

Entrevista a Jorge Martínez, de Ilegales: "Me parece un atraso eso de reconocer fronteras y banderas"

El líder de la mítica banda de rock habla con Público con motivo del lanzamiento de su nuevo disco, Rebelión.

Jorge Ilegales./Javier Rosa Jorge Ilegales -  Foto: Javier Rosa

Nadie imaginaba que Jorge 'Ilegal', el hombre que en los ochenta se bajaba de los escenarios para zurrar al público, seguiría dando guerra en pleno 2018. El tiempo no ha conseguido doblegar a este 'rocker' inquieto. Tampoco ha logrado apaciguar sus ánimos. La voz, igual de contundente que siempre, refresca la sala mientras reverbera en las paredes edulcorada con un glosario de saludos rutinarios.

Acaba de llegar a Madrid, sin apenas dormir por las incomodidades propias de un viaje en autobús a la capital. Bajo su brazo trae un nuevo trabajo. Un disco que mantiene la esencia de Ilegales."Una patada directa al corazón de los 'cara-pijos' acomodados en la poltrona de lo políticamente correcto". Como nunca se fue, no se  puede decir que ha regresado, pero viene a recordar, con el nuevo LP —Rebelión—, que la banda más irreverente de Gijón tiene previsto volver a las carreteras.

¿Se imaginaba que iba a seguir tocando a los 63 años cuando empezó?


"Me imaginaba muerto con 63 años". Lo que pensaba es que había que vivir el ahora muy intensamente y a ver si conseguía superar los cuarenta. Ahora miro atrás y pienso que el recorrido ha valido la pena. No sé... Me entusiasma el disco nuevo y la posibilidad de futuras experimentaciones.

¿Se ve con las mismas ganas que cuando empezó?

¡Sí!

De la banda han salido, entrado y regresado varios miembros

Incluso ha habido alguna muerte. Ha sido duro. "Ilegales es un grupo que siempre está atrapado en circunstancias adversas" pero, casi milagrosamente, por instinto o por decisiones tomadas en el último momento, conseguimos sobrevivir.

Rebelión es el nombre del último disco, ¿por qué?


Rebelión es una palabra que intentan demonizar ahora mismo. "La rebelión en estos momentos no solo es deseable, es imprescindible". Si echamos un vistazo a la España que teníamos cuando sale el primer disco de Ilegales, a principios de los 80, vemos una España llena de esperanzas porque se acababa con la censura, se hablaba de una sanidad universal, todo el aparato jurídico iba a ser cambiado y mejorado.

"Era un momento de esperanza donde cabía hacer presión para que ese paraíso llegase". Ahora vivimos en un momento en el que todo eso ha sido devorado por una estafa a alto nivel que llamaron crisis. "La sanidad pública pasa a manos de todas estas entidades privadas que controlan los bancos de la forma más repulsiva. Lo mismo pasa con la educación y con la Justicia, que querían hacerla de pago". Todos estos ejemplos son para rebelarse, salvo que seas un eunuco. Lo mismo pasa con las libertades. Esta mordaza es una estrategia equivocada. Es una irresponsabilidad para la supervivencia, incluso, de todo el vampiramen.

¿Por qué?

"Ahora vivimos en un momento en el que todo eso ha sido devorado por una estafa a alto nivel que llamaron crisis".


Porque no van a recibir las señales de alarma. Pueden cortar a cuatro con un discurso que deje mucho que desear, pueden amordazar a cien personas, a quinientas es ya más difícil y a mil, mucho más difícil. "Yo he oído gritar cosas como 'cuando mis hijos pasen hambre, los tuyos chorrearan sangre'. Eran miles de personas las que gritaban eso y no hace mucho". Que se griten estas cosas es bueno para conocer el pulso. "Todo gobernante, sea del signo que sea, debería salir a la calle y oír estas consignas. Es más, deberían dejar que se produzcan estas frases y atesorarlas, porque es una corriente de información deseable".

Pese a la rebelión, en la canción 'Si no luchas te matas' habla de una sociedad mansa

"La sociedad de los noventa ha sido muy hedonista. El rock, sobre todo. Se cantaba muy servilmente en inglés, con miras a una internacionalidad que en ninguno de estos grupos se ha producido". Yo veía que Ilegales íbamos a tocar a Nueva York con un público amplio y estos grupos, no. No era entendible y además lo hacían fatal. "El discurso se quedó hueco entonces. Se habían conquistado todas estas cosas que ahora hemos perdido y el discurso quedó vacío. Se creó una generación mansa y a las generaciones anteriores se las domesticó".

"Pero ahora es urgente, ahora si hay una urgencia por recuperar cosas. Los derechos laborales están como están, a las nuevas generaciones os han jodido pero bien. Hay sueldos que son de pesadilla... Es el momento de rebelarse". Por eso hemos hecho esta canción que es un poco historicista. Es como si hubiéramos cogido la versión del himno carlista de Oriamendi y le hubiéramos dado la vuelta.

"No queremos morir por la patria y el rey", canta. ¿Qué opinión tiene de la Corona?


Probablemente sean un tapón que nos separa de un montón de podredumbre que hay más abajo. Posiblemente esa sea su finalidad y su cometido. Pero "estamos en un momento histórico que no es para reyes ni 'reyas', ni 'princeses' ni princesas. Esta familia ha tenido que irse muchas veces al exilio y creo que no tardará mucho tiempo en volver a hacerlo".

Y en las patrias, ¿cree?

"Me parece un atraso eso de reconocer fronteras y banderas. Los nacionalismos son una enfermedad creada artificialmente, que se inocula al pueblo para que olvide su condición de clase". El nacionalismo es totalmente de derechas. Exhibir un trapo y que todo el mundo vaya detrás funciona muy bien para generar una cortina de humo de gran vitalidad. A Convergència i Unió y ahora al PdeCat les ha funcionado muy bien.

También habla de una sociedad con una felicidad "cara-pija". ¿Qué significa este término?

"Todos esos 'cara-pijos', sin pretenderlo, lo que hacen es generar una nube de molicie que hace que otros colectivos más vivos pongan en el poder a un psicópata, como ha ocurrido muchas otras veces en la historia". Ha ocurrido con Nerón, con Caligula, con Hitler, con Stalin y actualmente tenemos los casos, muy evidentes, de Putin y de Trump. Los 'cara-pijos' son los que sustentan todo esto y lo hacen felices, bailan con sus ropas de marca. "Lo peor es que hay que hacer mucho esfuerzo para no convertirtse también en un 'cara-pijo'".


¿Son ellos los culpables de esta sociedad de ofendidos?

"Sí. Son enemigos de la libertad de expresión". Enseguida salen un montón de prohibidores... Siempre pongo el mismo ejemplo: "Tú hablas del 'caballo' —una droga dañina—, de lo que llegó a pasar, y te sale una asociación para decir que no se puede comparar una droga con tan noble animal". Esta gente se merece algo más que mearse en su presencia: hay que combatirlos.

Eso afecta a la música ¿Alguna vez te has puesto límites a la hora de escribir una letra?

"Nunca, pero sí que modulo bien el discurso. Eso de soltar espumarajos por la boca para llamar la atención, no me gusta, porque se pierde la razón". De vez en cuando está bien soltar alguno, pero muy medido. "Hay que dirigir la agresión a quién se la merece, además en el arte se puede hacer muy bien". Yo veo cosas como las de Valtonyc y me parece que se le debería dejar decir todo lo que quisiera, pero su discurso me parece muy zafio. En cambio hay gente dentro del mismo estilo como Kase'O que hace las cosas de forma diferente, llega mucho más su mensaje y tiene valor artístico.

¿Le gusta el rap?


"No me gusta mucho. Me gustan los textos, pero la música sigue siendo muy pobre".

En muchos de sus discos habla de la droga y del alcohol. En el nuevo LP vuelve a abordar el tema, pero desde un punto de vista más negativo y triste. ¿A qué se debe el giro?

"No tomes tanta, tonto". Esa canción es algo que me digo a mí mismo y que les digo a mis amigos en determinado momento. Hay que saber parar con todas esas cosas. "Se han encargado de prohibir las anfetaminas, que eran más fáciles de dosificar y se han sustituido por drogas más perniciosas". Vengo de esa generación que ha estudiado con las anfetaminas y te digo que, si coges el hábito de trabajar con ellas y no pasarte, son realmente positivas. Las drogas están en el mundo desde hace mucho tiempo y van a seguir ahí.

'En mi copa y yo' entona "drogas, bronca y sepultura". ¿Es el resumen de su vida?

"Drogas, broncas, sepultura, de dignidad y razón. Quiero decir con ello que no sepultan la vida, sepultan la dignidad y la razón". En esa canción hablo de mi copa, una fuente sórdida y peligrosa que ha dado forma a mi vida. Esta quizá sea la mejor letra del disco. En ella doy una mirada glacial al alcoholismo que no padezco, pero algunos amigos míos, sí. "Acompañar a un tipo como yo, que soy muy animoso, entraña ciertos riesgos". [Risas].
Ilegales

Habla de la muerte con mucha entereza. ¿No tiene miedo a morir?

"Cuando naces ya contraes la obligación de morir. La muerte es algo natural y no me da miedo"

Lo que me da miedo es no aprovechar el tiempo de vida que se me ha dado y eso que todos mis sueños infantiles se han cumplido con creces. Pero siempre queda esa insatisfacción tan humana, bien porque estamos hechos para no ser felices o porque esta especie está hecha para mantenerse siempre en guardia. En fin, "hay que ir dando pasos y disfrutando del camino".

Tiene una banda de boleros y música más tradicional. ¿Cómo se encuentra ese proyecto?

Está parado totalmente. No muerto, pero si latente.


¿Qué otras ambiciones tiene, más allá de la música, las guitarras caras y los soldaditos de plomo?

"Vivir. La propia respiración en el mundo me produce placer".

¿Qué hay de la actualidad musical? ¿Algún grupo que nos recomiende?
 
Veo a los grupos en los bares y no me quedo con los nombres. Lo único positivo de todo este fenómeno "indie" es que empiezan a cantar en español. La música actual es una "moñada" y demasiado precaria, como si naciera muerta, pero algunos hasta dicen cosas. Lo que pasa es que le dan demasiadas vueltas al mensaje, no se atreven a concretar, porque "son políticamente correctos". Creo que la próxima cosa que deberían hacer es "que el discurso fuera más directo". No te doy ningún nombre, pero esa es la realidad.

FUENTE: publico.es

Como observarán, el presente artículo está escrito desde hace ya año y medio, pero me ha apetecido rescatarlo porque me siento identificado con la mayoría de los razonamientos de Jorge, sobre todo con las eternas jaquecas de banderas, religiones, fronteras y demás trabes, como ése de la muerte. Yo tampoco creí, cuando era joven, que llegaría al año 2.000, y mira ya por donde vamos. Lo que está claro es que debemos "una" desde el momento de nacer y, tarde o temprano, la tenemos que pagar.

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