23/12/20

TELEFONÍA MÓVIL Y SALUD

Estudios científicos serios de técnicos y expertos en salud ponen la telefonía móvil a parir.

El salto cualitativo del 5G será brutal. De hecho, es más que probable que los efectos médicos observados en los radiados severos, que son los que mueren asfixiados, no sean por radiaciones 5G, sino 4G en antenas que se han puesto a plena potencia durante semanas (4 semanas, de hecho) y van a volver a emitir rabiosamente de nuevo.

"Se trataría de un test para ver si la misma red resiste esas potencias". Y están radiando severamente a personas que mueren, animales que aparecen muertos o huyen a escape de las zonas de antenas. "Las abejas han desaparecido, por ejemplo. Los pequeños animales de los bosques ni se acercan a las antenas".

 

La normativa está obsoleta, es tremendamente tolerante. Para frecuencias de telefonía celular se calcula que pueden alcanzarse de manera permanente densidades de potencia de 10 microWa/m2.

Pero se refieren solamente a efectos térmicos, que son los únicos que quedó claro que eran peligrosos para frecuencias bajas de 50Hz del tendido eléctrico.

Se trata de CEM (Campos Electro-Magnéticos) en pulsos con senoides segadas que transmiten datos. ¡Hay que ver cómo les gustan las siglas a las empresas del sector para que no entendáis una mierda!

Existen normas de asociaciones científicas que hablan de límites mucho menores.


"La radiación de radiofrecuencias ha demostrado ser perjudicial tanto para los seres humanos como para el medio ambiente. El despliegue del 5G constituye un experimento sobre la humanidad y el medio ambiente que bajo el prisma del derecho internacional puede definirse como un crimen contra la humanidad".

La implantación del 5G incrementará masivamente la exposición a la radiación de radiofrecuencia (RF) de las telecomunicaciones acumulándose a la ya existente con las actuales redes 2G, 3G y 4G.

A pesar de la existencia de una negación generalizada, resulta evidente que la radiación de radiofrecuencia (RF) es perjudicial para la vida es abrumadora.

La evidencia clínica acumulada de personas enfermas, la evidencia experimental de daños al ADN, a las células y a los sistemas y órganos en una amplia variedad de plantas y animales, y la evidencia epidemiológica de que las principales enfermedades de la civilización moderna -cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes y el síndrome de radiación electromagnética encubierto bajo el Covid SARS-2- son en gran parte causadas por la contaminación electromagnética, dispone de una base científica de más de 10.000 estudios contrastados.

"Estamos bien jodidos, sobre todo en las ciudades". En el campo, las antenas se ven de lejos y basta con mantenerse a 5 kilómetros de distancia y no utilizar el móvil más que en casos de extrema necesidad, metiéndolo el resto del tiempo en una Caja de Faraday (cualquier caja de hojalata sirve, o incluso envolverlo en papel albal). El acceso a la Red debería hacerse por cable, no por wifi para evitar radiaciones. Es importante tener teléfono fijo en casa, justo eso que ya nadie quiere.

El campo es salud y larga vida. ¿Los médicos? Bien lejos.

Cada uno debe responsabilizarse de su salud, en vez de cargarse de vicios y esperar luego las pastillitas del baranda de la Seguridad Social que nos curen. ¡Moved el culo, banda de vagos!

FUENTE: https://acratasnet.wordpress.com
Félix Udivarri - 26/11/2020

Como no entiendo un carajo de tecnología, he recurrido a la Wikipedia para informarme sobre los distintos tipos de radiación y sus efectos sobre el ser humano, y he visto que existen unos doce tipos diferentes (de radiación, no de seres humanos):

 

 

Lo que resulta evidente es que la mayoría de las radiaciones, invisibles a nuestra vista, causan determinados efectos sobre los seres vivos, desde náuseas (pasando por hemorragias, infección, diarreas, descamación, esterilidad, daños en la médula ósea, en los ganglios linfáticos o en el bazo) hasta parálisis y muerte. No es algo baladí.

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