La Fiscalía portuguesa investiga la montería organizada en la finca Torre de Bela, en el municipio luso de Azambuja, a unos 40 km de Lisboa, donde 16 cazadores españoles pertenecientes al Club de Monteros de la Cabra de Badajoz abatieron a más de 540 animales (venados y jabalíes en su mayoría).

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana (17 y 18 de diciembre) en una finca declarada como 'zona de caza turística' en la que, según ha denunciado el teniente de alcalde de la localidad, el socialista Silvino Lucio, los animales se encontraban atrapados sin la posibilidad de escapar debido a que el terreno estaba acotado.

 

El ministro de Ambiente y Acción Climática Joao Pedro Matos Fernández, ha calificado el acto de 'inaceptable' y cree que los cazadores españoles y la empresa organizadora de la batida han podido cometer un delito medioambiental.

En este sentido, el ICNF (Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques), entidad responsable del sector cinegético en Portugal ha señalado que se ha abierto una investigación formal para esclarecer lo ocurrido.

Higuero ha insistido en que los profesionales del sector apuestan por 'una caza sostenible', en la que priman la gestión y la sostenibilidad y en la que el animal cuente con ventajas propias de su condición.

Por eso se ha desmarcado de las imágenes vistas, que ha considerado 'más propias de una masacre'. "Eso está muy lejos de lo que es la caza en realidad", ha aseverado en nota de prensa.