Ida Vitale
Años más tarde, en 2017, llegué incluso a comentar una entrevista radiofónica que, a sus 94 años, concedió Ida Vitale a Radio Nacional de España y que, miren por dónde, me apetece volver a colgar aquí:
LA LUCIDEZ DE IDA VITALE
Ida Vitale
Con una lucidez tremenda y una facilidad de palabra que ya quisieran muchos, esta mujer vital (nunca mejor dicho) es, a sus 94 años, un referente indiscutible de la literatura uruguaya. Enmarcada en lo que se conoce como Generación del 45, de la que forman parte autores de la talla de Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Carlos Maggi o Idea Vilariño, nacidos todos ellos en la República Oriental del Uruguay; aunque ella, por mor de los avatares políticos acaecidos en su patria, decidió fijar su residencia en los Estados Unidos de Norteamérica desde 1990.
Reunión de integrantes de la Generación del 45
con motivo de la visita de Juan Ramón Jiménez.
con motivo de la visita de Juan Ramón Jiménez.
De izquierda a derecha parados (de pie):
María Zulema Silva Vila, Manuel Arturo Claps, Carlos Maggi, María Inés Silva Vila,
María Zulema Silva Vila, Manuel Arturo Claps, Carlos Maggi, María Inés Silva Vila,
Juan Ramón Jiménez, Idea Vilariño, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama.
Sentados:
José Pedro Díaz, Amanda Berenguer, Zenobia Camprubí (esposa de J. R. Jiménez),
Ida Vitale, Elda Lago, Manuel Flores Mora.
Ida Vitale, Elda Lago, Manuel Flores Mora.
Ida Vitale, escritora, crítica literaria y profesora ha sido galardonada en los últimos tiempos con importantes distinciones internacionales, tales como: Premio Octavio Paz 2009, Premio Alfonso Reyes 2014, Premio Reina Sofía 2015 y Premio Internacioanal de Poesía Federico García Lorca 2016.
En su larguísimo trayecto literario ha cultivado Poesía, Prosa, Crítica y Ensayo, aunque la mayor parte de su obra gira en torno a la Poesía, con obras tan importantes como: La luz de esta memoria (1949), Jardín de sílice (1980), Entresaca (1984) Reducción del infinito (2002), entre otras.
Humilde, como siempre han de ser los verdaderos poetas, explica que:
«Ser
humilde es más o menos normal. Lo contrario es asombroso, porque uno
nunca tiene la conciencia total de lo que ha escrito. La vanidad entra
en el caso de las enfermedades»
«Si
escribir es un misterio, que te lean, en este mundo nuestro, es casi un
milagro. La gente lee cada vez menos poesía. Porque la poesía exige un poco más
de esfuerzo. La novela entretiene, es más
fotográfica. Aunque hay novelas o
textos en prosa que pueden marcarte para toda la vida».
Vitale
reconoce que el universo intelectual, ése del que lleva toda una vida
formando parte, se va degradando, poco a poco:
«Asistimos a una degradación generalizada del mundo». «Si miras lo que está pasando
en todos lados, es de apaga y vámonos.
Remata, y vuelve a recuperar la
sonrisa.
No quiero terminar esta entrada sin dejarles uno de los poemas de esta mujer angelical. Solo hay que fijarse en la luminosidad de su mirada con tan provecta edad, para entenderlo:
Aclimatación
Primero te retraes,
te agostas,
pierdes alma en lo seco,
en lo que no comprendes,
intentas llegar al agua de la vida,
alumbrar una membrana mínima,
una hoja pequeña.
No soñar flores.
El aire te sofoca.
Sientes la arena
reinar en la mañana,
morir lo verde,
subir árido oro.
Pero, aún sin ella saberlo,
desde algún borde
una voz compadece, te moja
breve, dichosamente,
como cuando rozas
una rama de pino baja
ya concluida la lluvia.
Primero te retraes,
te agostas,
pierdes alma en lo seco,
en lo que no comprendes,
intentas llegar al agua de la vida,
alumbrar una membrana mínima,
una hoja pequeña.
No soñar flores.
El aire te sofoca.
Sientes la arena
reinar en la mañana,
morir lo verde,
subir árido oro.
Pero, aún sin ella saberlo,
desde algún borde
una voz compadece, te moja
breve, dichosamente,
como cuando rozas
una rama de pino baja
ya concluida la lluvia.
De "Parvo Reino"
Ida Vitale
1984
Miguel Ángel G. Yanes
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