Mi madre era minúscula y delgada,
Pero con una fuerza cósmica en
los brazos.
Capaz de alzar de golpe un huacal lleno
Capaz de alzar de golpe un huacal lleno
De hortaliza y verdura o mi
cuerpo infantil
Sobrecargado en kilos por el peso
De una espina de rígida
escayola.
El poder de una madre es
infinito
Cuando ha de llevar el pan a
casa.
O cuando ha de luchar ante un
peligro
Que amenace la paz para sus
hijos,
O romper con los dientes cien
cadenas,
O elevar con sus manos mil
rastrillos.
El poder de una madre es
infinito
Si lo mueve el amor de las
estrellas.
En un arranque de fuerza
sobrehumana,
Con manos y riñones, vi a una
madre
Liberando las piernas de su
hijo
De una plancha de acero… y lo
lograba.
El poder de una madre es
infinito
Cuando fulge la luz desde su
pecho.
Dos robusto obreros intentaron
Levantar con afán la gruesa
plancha,
Y fue inútil tarea a cuatro brazos
Igualar el esfuerzo de una madre.
Y fue inútil tarea a cuatro brazos
Igualar el esfuerzo de una madre.
Miguel Ángel G. Yanes
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