22/12/14

EL GORDO

El pasado mes de mayo falleció en la ciudad de Monterrey, a los 48 años de edad, el ciudadano mexicano Manuel Uribe Garza, considerado el hombre más gordo del mundo, ya que, aunque por último su peso había descendido hasta los 394 kilos, llegó a alcanzar los 560; batiendo otro de esos estúpidos récord marcados por el Guiness.


Manuel Uribe, quien sufría una obesidad mórbida que comenzó a manifestarse a partir de los 20 años, vivía postrado permanentemente en una cama dada la imposibilidad de desplazarse por si mismo, lo que agravó  su precaria salud, provocándole múltiples dolencias que terminaron segándole la vida. El certificado médico apuntó como causa final de su muerte, insuficiencia renal y fallo cardirrespiratorio.

Hoy, 22 de diciembre, cuando todo el mundo espera con expectación que "El Gordo de Navidad" les resuelva la vida, me ha venido a la memoria este ciudadano, cuya única posibilidad de liberación fue dejar atrás su inmenso cuerpo físico, y con él, a todos los que amaba, y al qué, en esta primera navidad de la ausencia, llorarán los suyos (como lloramos todos a los que ya han partido) simulando acaso que un cisco diminuto se coló en nuestros ojos; todo ello para no hacernos más daño del estrictamente necesario.

 Una furtiva lágrima

De todas formas, aunque hay un latinazgo que lo expresa con rotundidad, quiero decirlo en castellano:

Aquellos que amamos..."llamados o no llamados, siempre estarán presentes".

¡Brinden con ellos! 

Miguel Ángel G. Yanes

No hay comentarios:

Publicar un comentario