Veraneaba una derivada enésima en un pequeño chalet situado
en la recta del infinito del plano de Gauss, cuando conoció a un arcotangente
simpatiquísimo y de espléndida representación gráfica, que además pertenecía a
una de las mejores familias trigonométricas.
Carl Friedrich Gauss
(1777 - 1855)
En seguida notaron que tenían propiedades comunes.
Un día, en casa de una parábola que había ido a pasar allí
una temporada con sus ramas alejadas, se encontraron en un punto aislado de
ambiente muy íntimo. Se dieron cuenta de que convergían hacia límites cuya
diferencia era tan pequeña como se quisiera. Había nacido un romance.
Acaramelados en un entorno de radio épsilon, se dijeron mil teoremas de amor.
Cuando el verano pasó, y las parábolas habían vuelto al
origen, la derivada y el arcotangente eran novios. Entonces empezaron los
largos paseos por las asíntotas siempre unidos por un punto común, los
interminables desarrollos en serie bajo los conoides llorones del lago, las
innumerables sesiones de proyección ortogonal.
Hasta fueron al circo, donde vieron a una troupe de
funciones logarítmicas dar saltos infinitos en sus discontinuidades. En fin, lo
que eternamente hacían los novios.
Durante un baile organizado por unas cartesianas, primas del
arcotangente, la pareja pudo tener el mismo radio de curvatura en varios
puntos. Las series melódicas eran de ritmos uniformemente crecientes y la
pareja giraba entrelazada alrededor de un mismo punto doble. Del amor había
nacido la pasión. Enamorados locamente, sus gráficas coincidían en más y más
puntos.
Con el beneficio de las ventas de unas fincas que tenía en
el campo complejo, el arcotangente compró un recinto cerrado en el plano de
Riemann. En la decoración se gastó hasta el último infinitésimo.
Georg Friedrich Bernhard Riemann
(1826 - 1866)
Adornó las paredes con unas tablas de potencias de "e" preciosas, puso varios cuartos de divisiones del término independiente que costaron una burrada. Empapeló las habitaciones con las gráficas de las funciones mas conocidas, y puso varios paraboloides de revolución chinos de los que surgían desarrollos tangenciales en flor. Y Bernouilli le prestó su lemniscata para adornar su salón durante los primeros días.
Cuando todo estuvo preparado, el arcotangente se trasladó al
punto impropio y contempló satisfecho su dominio de existencia.
Varios días después fue en busca de la derivada de orden "n" y
cuando llevaban un rato charlando de variables arbitrarias, le espetó, sin más:
- ¿Por que no vamos a tomar unos neperianos a mi
apartamento? De paso lo conocerás, ha quedado monísimo.
Ella, que le quedaba muy poco para anularse, tras una breve
discusión del resultado, aceptó.
El novio le enseño su dominio y quedó integrada. Los
neperianos y una música armónica simple, hicieron que entre sus puntos
existiera una correspondencia unívoca. Unidos así, miraron al espacio euclídeo.
Los astroides rutilaban en la bóveda de Viviani... ¡Eran felices!
Vincenzo Viviani
(1622 - 1703)
- ¿No sientes calor? - dijo ella.
- Yo sí. ¿Y tú?
- Yo también.
- Ponte en forma canónica, estarás mas cómoda.
Entonces él le fue quitando constantes. Después de
artificiosas operaciones la puso en paramétricas racionales...
- ¿Qué haces? Me da vergüenza... - dijo ella.
- Te amo, yo estoy inverso por ti...! Déjame besarte la
ordenada en el origen...! No seas cruel...! ven...! Dividamos por un momento la
nomenclatura ordinaria y tendamos juntos hacia el infinito...
Él la acarició sus máximos y sus mínimos y ella se sintió
descomponer en fracciones simples
(Las siguientes operaciones quedan a la penetración del lector)
Al cabo de algún tiempo la derivada enésima perdió su periodicidad. Posteriores análisis algebraicos demostraron que su variable
había quedado incrementada y su matriz era distinta de cero.
Ella le confesó a él, saliéndole los colores:
- Voy a ser primitiva de otra función.
Él respondió:
- Podríamos eliminar el parámetro elevando al cuadrado y restando.
- ¡Eso es que ya no me quieres!
- No seas irracional, claro que te quiero. Nuestras ecuaciones formaran una superficie cerrada, confía en mí.
La boda se preparó en un tiempo diferencial de "t", para no dar que hablar en el círculo de los 9 puntos.
Los padrinos fueron el padre de la novia, un polinomio lineal de exponente entero, y la madre del novio, una asiroide de noble
asíntota.
La novia lucía coordenadas cilíndricas de Satung y velo de puntos imaginarios.
Arthur Cayley
(1821 - 1895)
Ofició la ceremonia Cayley, auxiliado por Pascal y el nuncio S.S. monseñor Ricatti.
Hoy día el arcotangente tiene un buen puesto en una fábrica de series de Fourier, y ella cuida en casa de 5 lindos términos de menor grado, producto cartesiano de su amor.
LA JACA JACOBINA
Hoy día el arcotangente tiene un buen puesto en una fábrica de series de Fourier, y ella cuida en casa de 5 lindos términos de menor grado, producto cartesiano de su amor.
LA JACA JACOBINA
Texto publicado en la revista de la "Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid" en el año 1990.
Derivada.- En una función, límite hacia el cual tiende la razón entre el
incremento de la función y el correspondiente a la variable cuando el
incremento tiende a cero.
Arcotangente.- En trigonometría, la arcotangente se define como la función inversa de la tangente de un ángulo.
Parábola.- Curva abierta formada por dos líneas o ramas simétricas respecto
de un eje y en que todos sus puntos están a la misma distancia del foco y de la directriz.
Asíntota.- En geometría, línea recta que, prolongada indefinidamente, se acerca progresivamente a una curva sin llegar nunca a encontrarla.
Conoide.- Sólido formado por la revolución de una sección cónica alrededor de su eje.
Astroide.- Curva con cuatro vértices o hipocloide.
Miguel Ángel G. Yanes
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