Desde que el expresidente canario Paulino Rivero, a raíz de los grandes incendios de 2007, reclamó al Estado que hubiera hidroaviones de forma permanente en Canarias, en base a su mayor capacidad de cargar agua frente a los helicópteros, han transcurrido ya ¡12 años!, y seguimos sin ellos.
Sé que hay "personajes cualificados" que están en contra de que exista una base permanente de aviones anti-incendio en las Islas Canarias, alegando que, "económicamente no resulta viable" , y que, caso de incendio, "en pocas horas llegarían desde la Península".
Esas "pocas horas" podrían ser vitales para contener un incendio y quizás para salvar propiedades, animales e incluso vidas humanas, pero claro, aquí lo que prima son los puñeteros números de la economía, por encima de otras prioridades. Es ahora cuando viene a colación la famosa frase de Secundido Delgado:
"Canarias es la única colonia del mundo
con categoría de provincia"
Aunque discrepe de ella, y es que a la vista de los años que el Estado español lleva ninguneándonos con el asunto de los aviones, me da que no llegamos ni a brillantina, cuando menos a colonia.
Miguel Ángel G. Yanes
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