Amigos:
Pido disculpas por mi prolongada ausencia en la Red, pero se me murió el animalito doméstico de escribir y aproveché para darme (y darles) un respiro en este duro año que comienza y que, para más inri, será bisiesto. “Ahí es na’”; pues, según las previsiones del gobierno, la cuesta de enero va a durar la friolera de 366 días, si el sol no lo remedia.
A pesar de que he intentado resucitarlo en un par de ocasiones, el cacharro informático se resiste bastante a los milagros, incluso a los del MS-DOS, así que he decidido retomar el blog desde un ciber cercano. En ello estoy.
Observarán que otras entradas (poemas ajenos, vídeos, powerpoints) se han seguido incorporando paulatinamente; se debe a que estaban programadas de antemano. Este es un trabajo que suelo tener hecho, aproximadamente, con un mes de antelación, a diferencia de los textos y poemas propios que los voy incorporando sobre la marcha.
Pido disculpas también a los amigos que contactan conmigo a través del correo electrónico. Pueden obviarme de sus listas de envío por ahora; ya les daré un toque cuando vuelva a rular.
Saludos.
Miguel Ángel G. Yanes
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