Estoy a favor de que España sea una República, faltaría más, pero no estoy dispuesto a apoyar cualquier proyecto.
Mi escepticismo permanente se debe a que el hecho de que el estado en el que resido tenga un monarca o un presidente no va a cambiar para nada los grandes defectos que tiene la sociedad española en su conjunto, que arrastra, sin lograr quitárselo de arriba, ese franquismo sociológico que hace que postulados ideológicos propios de la extrema derecha, estén enquistados en la opinión pública.
Por tanto, para que yo apoye un proyecto de país, genuinamente español, la III República Española debería contar con los siguientes requisitos:
– El más importante, y para mí innegociable: Debe ser una República Confederal, o en su defecto, una República Federal en la que se incluya como un título más de la constitución el derecho de autodeterminación de los pueblos,
que en ella se constituyan en forma de Estado. Ahí entraría el modelo
territorial. Que, desde mi punto de vista, y en una importancia algo
menor -menos “innegociable”-, debería estar organizada bajo criterios
geográficos, culturales e históricos, evitando los estados
uniprovinciales y solucionando en la medida de lo posible el problema de
los enclaves y las comarcas intermedias con identidad compartida o
propia. La división de Javier de Burgos de 1833 sería un buen punto de
partida.
– No deberá tener confesión religiosa alguna, el Laicismo debería ser su seña de indentidad para garantizar una educación pública y gratuita
que recupere los valores establecidos en la constitución de la II
República. Ni un céntimo de dinero público deberá financiar confesión
religiosa alguna, por mayoritaria que sea, imprescindible derogar el
concordato con el Vaticano de 1955.
– La ley electoral deberá ser proporcional, con circunscripción única y con listas abiertas, que todos los votos valgan lo mismo y que cada político se gane su puesto en el Congreso.
– La sanidad pública debería ser una
garantía constitucional visto lo visto, todos los habitantes de la
república deberán tener derecho a una sanidad gratuita y de calidad.
– La vivienda deberá ser un derecho
tan importante como el de la sanidad o la educación, para ello debería
ser pública en al menos un 50%, para que cada ciudadano tenga un acceso
fácil a un piso de alquiler.
– La banca deberá ser pública, la economía siempre debió estar al servicio de la política y del control del parlamento y no al revés.
– Las grandes multinacionales pertenecientes a sectores estratégicos deberán ser nacionalizadas,
como garantía de higiene de la soberanía nacional. Con la
privatización, son estas multinacionales las que presionan en favor de
sus intereses a los gobiernos elegidos democráticamente por los ciudadanos, y
eso "pervierte la democracia".
Estos serían los requisitos principales. Pero una
cosa tengo clara, si los españoles usan la III República como mero
instrumento para salvaguardar la “unidad de España”, y se olvidan de
afrontar los problemas que no se tocaron en la falsa transición, así
como de romper el bloque económico de poder que permaneció intacto en la
dictadura y la dictablanda, se habrán cargado la República.
FUENTE:
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Es muy correcto lo que postulas. Al pueblo español se le debe un referendum para que se pronuncie sobre si quiere o no seguir con la monarquía franquista o recuperar su dignidad histórica arrebatada a cañonazos primero y a sesiones de NODO y mucha tele después hasta conseguir que el españolito de a pie sea un sujeto bien pensante, sumiso, pasivo,conformista, desconfiado, temeroso de cambios serios y egoista. Seguro estoy que si ese referendum se hiciera hoy mismo aún tendriamos rey para rato. Tendrán que haber cambios mentales colectivos para que se pueda dar la posibilidad de cambios reales, más allá del nombre que le demos al resultado. Después de todo, EEUU es una República, como China, o Rusia, por ejemplo. Y no quisiera que nos ocurriera eso. Primero la conciencia, y después el salto al futuro.
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