Al parecer, la "violencia musical"
lo sacó de sus casillas.
¿O sería que el tamborilero
no lo dejó tocar a golpe de porra
y se "cabrió"?
y se "cabrió"?
Miguel Ángel G. Yanes
El blog de Miguel Ángel G. Yanes - Poesía, Cultura, Música, Recuerdos, Sueños, Impresiones...
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