La mayoría de las pérdidas en las especies más comunes. Así lo revela el estudio del Plan Paneuropeo de Seguimiento de Aves Comunes
Gorrión
Las poblaciones de aves de toda Europa han experimentado fuertes caídas en los últimos 30 años, con la mayoría de las pérdidas de las especies más comunes. Asi lo revela un estudio de la Universidad de Exeter y el Plan Paneuropeo de Seguimiento de Aves Comunes (PECBMS). Sin embargo, los números de algunas aves menos comunes han aumentado.
El estudio, publicado en Ecology Letters, revela una disminución de 421 millones de aves individuales de los últimos 30 años. Alrededor del 90 por ciento de estas pérdidas proceden de las 36 especies más comunes, incluyendo gorriones, alondras, perdices grises y estorninos, destacando la necesidad de mayores esfuerzos para detener la disminución de nuestras aves campo más conocidos en todo el continente.
Alondra
Las aves proporcionan múltiples beneficios para la sociedad. Ayudan a controlar las plagas agrícolas y son importantes dispersores de semillas. Además, para muchas personas las aves son la principal forma en que interactúan con la vida silvestre, escuchando su trino, disfrutando de su vista en el entorno local, alimentando a las de jardín y través de aficionarse a su observación.
Aviso a la política de conservación
Petr Vorisek, del PECBMS, dijo: "El estudio trae un mensaje muy importante para la conservación en Europa. Esto no habría sido posible sin miles de trabajadores de campo voluntarios cualificados que cuentan las aves de acuerdo a los altos estándares científicos y contribuyen con sus datos a los sistemas nacionales de vigilancia".
Los esfuerzos de conservación tienden a concentrarse en las especies más raras, pero la investigación sugiere que los conservacionistas también deben abordar las cuestiones que afectan a las aves comunes, por ejemplo las que se asocia tradicionalmente con las tierras agrícolas. La disminución de las poblaciones de aves se puede vincular a los métodos de cultivo modernos, el deterioro de la calidad del medio ambiente y la fragmentación del hábitat, aunque la importancia relativa de estas presiones aún no está clara.
El estudio reunió datos sobre 144 especies de aves de Europa a partir de miles de encuestas individuales en 25 países diferentes, destacando el valor de los diferentes esquemas de monitoreo nacional de trabajo cada vez más conjunto.
¿Somos o no un eslabón de la misma cadena?
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