4/10/14

TRADICIONES ARGENTINAS: EL PATO

Me tienen que perdonar por meterme en tradiciones que no me son propias, pero a este isleño siempre le interesaron las manifestaciones culturales de otros pueblos, máxime cuando se trata de uno tan cercano al nuestro como el argentino.

El pato

Desconocía la existencia de ese deporte ecuestre que allá llaman el pato. Llegué a él a través de la Wikipedia (La enciclopedia libre), buscando una referencia concreta sobre el ave homónima para ilustrar un derterminado artículo. Y quiero compartir con ustedes este (para mí) interesante descubrimiento.
Gaucho 
(Típico vaquero de la Pampa argentina)

Según leí, el pato, es deporte originario de Argentina, donde los gauchos ya lo practicaban desde la época colonial en las estancias. Está claro que no pudo darse con anterioridad a la conquista, habida cuenta de que los caballos fueron introducidos por los europeos en ese continente, donde no existían.
Estancia 
(Extensa propiedad, conocida en otras latitudes como hacienda o rancho)

En un principio se utilizaba un pato vivo introducido en una bolsa de cuero que se disputaban los distintos participantes; con posterioridad se sustituyó por uno muerto y, en la actualidad, ya debidamente reglamentado, se usa un balón de cuero con seis asas, que debe introducirse en una red o "arco", sostenida sobre un poste vertical de unos 2,5 metros de altura, para lograr un tanto.
Tanto

Las dimensiones de la cancha o "potrero", que puede ser de césped o de arena, oscilan entre 180 y 220 m. de largo y unos 90 de ancho, y en él se enfrentan dos equipos compuestos por cuatro jinetes cada uno. El juego puede constar de hasta de seis "tiempos" diferentes de 8 minutos, separados por descansos de 5. Tiene cierta similitud con el juego del polo, originario al parecer de la antigua Persia.
Cinchada

Se necesita mucha habilidad y destreza para participar en este rudo deporte, así como gran fortaleza física y, por supuesto, disponer de poderosas cabalgaduras que suelen ser de raza criolla.
 Recogida

Miguel Ángel G. Yanes

No hay comentarios:

Publicar un comentario