Evo Morales - Presidente de Bolivia
El tercer triunfo consecutivo de Evo Morales en Bolivia no ha sorprendido a casi nadie. Pero -algo impensable hasta hace poco- es que ha irritado o molestado a muy pocos. Con el 60% de los votos, apenas cuatro puntos menos que hace cinco años, el líder indigenista ha derrotado a una oposición dividida e incapaz de presentar una alternativa creíble. Su adversario más votado, el empresario Samuel Doria, apenas ha alcanzado el 25% de los votos.
LA REIVINDICACIÓN DEL 'INDIO'
Así se autocalificaba Evo Morales en una entrevista con este comentarista, en una entrevista realizada para el programa EN PORTADA, de Televisión Española, en 2005, cuando todavía no era ni siquiera candidato. Era entonces parlamentario y líder del MAS (Movimiento al Socialismo), un bloque político articulado en torno a la convergencia de organizaciones populares de base. Sólo le acreditaba su experiencia movilizadora como líder sindical de los pequeños productores de coca. Para sus enemigos, era un peligro, un "tapado de Chávez", un "agente de las FARC", un peligro para la convivencia nacional, una vergüenza mundial teñida de coca. "Etiquetas, descalificaciones para que no gobierne el indio", respondía Evo Morales.
Evo Morales con el traje tradicional
El "indio" consiguió armar una candidatura, pergeñar un programa y construir una mayoría social. Ganó las elecciones. Y gobernó. La élite social y política nunca aceptó de buen grado que un hombre como Evo Morales ocupara el Palacio Quemado. Ese lugar, sede de la presidencia boliviana, estaba reservada al criollo. Oligarca o intelectual, pero criollo. Es decir, a la minoría. Más que el palacio, los 'quemados' eran sus inquilinos: de los 83 presidentes anteriores a Morales, 36 duraron menos de un año, la mayoría depuestos por un golpe militar.
Los "indios" eran considerados incapaces. Literalmente. Hasta la revolución "nacionalista" de 1952, liderada en por Víctor Paz Estensoro (otro criollo), a los indios ni siquiera se les permitía entrar en el centro de La Paz, "porque estaban sucios", como recuerdan a los periodistas extranjeros que se interesan por la historia boliviana.
Campaña de alfabetización - Santa Cruz de la Sierra - Oriente boliviano
Con este considerable capital (económico y político), Evo Morales y su dupla asistente (el vicepresidente Garcia Linares y el pragmático Ministro de Economía, Luis Alberto Arce), han sabido diseñar un ambicioso programa de redistribución, que presenta datos incontestables. Bolivia disfruta hoy de pleno empleo y los salarios más bajos se han elevado notablemente (un 20% sólo en el último año). La pobreza se ha reducido como en ningún otro país de la región latinoamericana: de un 60% a un 45% (datos de 2011); en el caso de la 'pobreza extrema', el descenso ha sido del 37 al 18,7 por ciento. El gasto público se ha triplicado para sostener unos programas sociales de amplio alcance, que han beneficiado a una tercera parte de la población. La UNESCO acredita que Bolivia ha superado el analfabetismo.
José Antonio Sacaluga
17 Octubre 2014
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