CONOCIDO Y PUNTO
Hacía bastante tiempo que no veía al sobrinillo de David, mi vecino, desayunar en la terraza del bar junto a su tío, así que me acerqué a él y le espeté:
- !Hola "amigo"!
Me miró muy serio y respondió:
- Yo no soy tu amigo.
Su tío intervino para recriminarle su actitud pero, sonriendo ante aquella salida del chiquillo, lo interrumpí para decirle:
- Es muy libre de elegir a sus amigos. Y me adentré en el bar para degustar el primer café de la mañana.
Aún no me había apoyado en la barra cuando escuché la voz de otro parroquiano, de edad ya bastante alejada de la infancia, que le decía al niño:
- Tú eres de los míos. ¿Qué es es eso de amigo? Conocido y punto.
Con el tiempo, el sobrino de David, que ahora andará por los 3 ó 4 años, aprenderá lo que es un lenguaje coloquial, pero me da que el adulto no, porque sus esquemas mentales son demasiado cuadriculados para ello.
Miguel Ángel G. Yanes
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