29/1/14

MANIPULACIÓN DE IMÁGENES

Rueda desde hace unos días por la Red, la imagen de un personaje popular en actitud francamente comprometida; lo que ha provocado tremendo revuelo entre sus seguidores y seguidoras. Esto se ha convertido ya en algo bastante común, pero no hace falta ser un lince para sospechar (más que captar) que dicha imagen está manipulada.
  

Hoy en día que, merced a los adelantos técnicos y a los múltiples programas de manipulación fotográfica, resulta sencillísimo efectuar todo tipo de retoques de imágenes: ellos aparecen más jóvenes, más guapos, más esbeltos... y ellas más esbeltas, más guapas, más jóvenes... y todo el mundo lo asume, en un culto desmedido a una imagen que, casi siempre, resulta ser falsa; una mentira que no por conocida, deja de ser real; aunque también se utiliza para burlarse o desprestigiar públicamente a los demás. Y no digamos en mano de las autoridades, para falsear datos de concentraciones, manifestaciones, represión social...

Pero estas técnicas no son actuales, ni mucho menos, por mucho que se hayan perfeccionado con el tiempo. Ya en los años 40 del pasado siglo XX, el director mexicano Emilio Fernández Romo, "Indio Fernández", al dirigir la película titulada María Candelaria (Xochimilco), protagonizada por Dolores del Río y Pedro Armendáriz, abunda en el tema de la manipulación de las imágenes. En esta galardonada cinta (Palma de Oro del Festival de Cannes de 1946), Fernández plantea la historia de una bellísima joven rechazada por los pacatos de sus conciudadanos por el mero hecho de ser hija de una prostituta, y cuyo único apoyo es el joven indígena Lorenzo Rafael (interpretado por Pedro Armendáriz) que siente hacia ella una profunda devoción.


La protagonista, para lograr dinero con el qué pagar una medicinas robadas por Lorenzo Rafael (lo que le llevó a la cárcel), y que la habían salvado del paludismo, se ve en la obligación de posar para un pintor que, deslumbrado por su belleza, se empeña en pintarla desnuda, a lo que ella se niega. Así que, el artista, decide pintar sólo su rostro y contratar posteriormentea otra mujer para acabar el cuadro.


Una vez terminada la obra, la imagen desnuda de María Candelaria, es vista a través de la ventana del estudio, por unos vecinos que harán corren la voz por el pueblo, logrando que todos acudan a la choza de la muchacha donde, sin ningún tipo de miramientos, la apedrean hasta matarla. 


Miguel Ángel G. Yanes

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