El pasado domingo, en el programa Salvados de la Sexta Televisión, Jordi Évole, entrevistó a la capitán del ejército español, Zaida Cantera, que denunció públicamente el acoso sexual y posterior acoso laboral al que fue sometida por su superior, el teniente coronel Lezcano-Mujica. Explicando también cómo funciona el conducto reglamentario del Ejército: Si se tiene un problema con un superior, a la primera persona que hay que notificarlo es a él mismo.
Tras haber sido agredida y amenzada en un parking de la base, comentó el incidente a otros superiores,
pero estos no hicieron nada, así que la capitán Cantera tomó la decisión de presentar una denuncia por acoso sexual en el juzgado militar.
"Si mi superior me viola, tengo que denunciar a mi superior a través de mi propio superior"
"Lezcano-Mújica me agarró y en uno de los forcejeos me dijo: 'si mi carrera se ve afectada, acabaré contigo'"
"Si un coronel quiere ascender a general, y para eso necesita el apoyo
de otros generales, no tiene que dar problemas; y cesar a un teniente
coronel puede darlo, así que lo evitan por miedo a que perjudique sus carreras"
"Aguanté más de lo que debí haber aguantado. Demasiado"
Un ejército donde ocurren este tipo de cosas, es una institución enferma que necesita una cura urgentísima.
Resulta inadmisible que individuos de tal calaña detenten algún tipo de mando. Y sus jefes (a los que el valor "se les supone") demuestran ser una pila de cobardes, incapaces de actuar correctamente por miedo a que algo les salpique y manche sus "impolutos" expedientes... ¡Eso sí que es deshonroso!
Miguel Ángel G. Yanes
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