16/1/15

"LA QUINTA ALEMANIA"

He terminado de leer "La quinta Alemania", un libro de análisis político contemporáneo, escrito al unísono por Rafael Poch-de-Feliu, Ángel ferrero y Carmela Negrete, y publicado por Icaria en su colección Antrazyt, enfocada hacia los diferentes aspectos de la realidad social, histórica o contemporánea.

Préstamo de mi amigo y tocayo Miguel Ángel Guerrero, a quien quiero agradecer públicamente la cantidad de información y material sensible (filosofía, política, etnología... ) que me hace llegar a menudo, he leído esta obra con detenimiento y, más que sacar nuevas conclusiones, me ha reafirmado en mi convicción de que vamos de cabeza a una catástrofe económica y social: al más que previsible fracaso del actual modelo económico europeo, tal y como el subtítulo de la obra, detalla.



La actual situación tiene sus raíces en una revolución fracasada, que dio como resultado el nacimiento de la quinta Alemania, y que tuvo como fundamento un movimiento civil relativamente fallido que se gestó en la RDA (Alemania Oriental) entre 1989 y 1990, como consecuencia de las reformas de la Perestroika, iniciadas por Mijail Gorbachov en la extinta Unión Soviética, de la que la República Democrática Alemana era fiel aliado.

Ese movimiento tuvo un momento crítico; fue en el otoño de 1989 cuando se produjo el cambio del lema popular, sinónimo de rebeldía: "Wir sind das Volk" (Somos el Pueblo) que ponía el acento en una transformación al servicio de la mayoría, por otro mucho más maleable: "Wir sind ein Volk" (Somos un Pueblo) con lo cual se subrayaba la unidad nacional, en aras de la reunificación de las dos Alemanias, contemplada como el acceso inmediato a la prosperidad, a cambio de renunciar a todo tipo de veleidades sociales y de adaptarse a la desciplina económica y política de Alemania Occidental (República Federal de Alemania).


Ese simple "cambio deWir" fue decisivo para considerar como fallido aquel movimiento social de la antigua Alemania del Este. Y a partir de ahí, tras la caída del Muro de Berlín, la poderosa economía de la RFA fagocitó abiertamente al país hermano, dejándolo hecho unos zorros y generándole unas tasas de paro y precariedad social de las que carecía el régimen comunista.

Se dijo que la economía de la RDA estaba en ruinas. Ciertamente tenía grandes problemas, pero la verdadera ruina la provocó la unión monetaria con la RFA que, de paso, privatizó la propiedad pública sin ningún tipo de control, asumiendo la gestión de 8.400 empresas, 25.000 tiendas, 7.500 restaurante y hoteles, y 1,7 millones de hectáreas de cultivo, que les salieron prácticamente gratis (todo esto daba trabajo a más de cuatro millones de personas). Así empezó la quiebra: cada semana 40.000 nuevos parados.



Esto vino a abortar la posibilidad de que la reunificación alemana produjera un nuevo país ("Modell Deutschland") con determinadas concesiones del capital a un orden socialmente más justo, pero no se hizo. Y esos polvos, han traído estos lodos, hasta el punto de que el 64% de los alemanes del Este se consideran ciudadanos de segunda clase tras la anexión de 1990.

Aún así, se nos presenta a la actual Alemania como el modelo a seguir por el resto de Europa, cuando, en realidad, ha provocado la mayor involución socio-laboral desde la posguerra mundial. Lo que queda patente en el continuo aumento del paro y de la deuda, a causa de una política diseñada para favorecer que el sector financiero cobre íntegramente sus malos negocios a costa de las clases medias y bajas europeas.


Es por ello que el liderazgo económico alemán está llamado a fracasar, porque promueve una gran desigualdad social y enormes diferencias entre los distinos países de la actual UE (Unión Europea).

Miguel Ángel G. Yanes

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