Pero vamos a ver: ¿Ustedes han visto alguna vez a España ofendida?... ¿se enrabieta? ¿se pone muy colorada? ¿le dan sofocos? ¿lipotimias? ¿le sube la tensión? ¿se le detiene el pulso?... ¡Ni que fuera una "dona"!
Bueno... ¿y si resulta que lo es? Miren que si tiene sexo (con el que disfrutan sólo los muy allegados) y nosotros sin saberlo. A lo mejor por eso está prohibido decir cosas soeces sobre sus verijas; tal vez porque si se ataca mucho y le falta el oxígeno, corre el riesgo de ponerse morada y quedarse así para siempre.
¿Qué iban a hacer entonces sus amantes con sus hilillos como de plastilina?
Miguel Ángel G. Yanes
"Dona i ocell"
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