1/4/13

PERRO NO COME PERRO

Aunque la frase suele aplicarse en lenguaje figurado, y viene a significar algo así como que entre los de la misma calaña no se hacen daño: policías que no se acusan entre si, ladrones que no se roban los unos a los otros, políticos corruptos que se protegen aun siendo de partidos diferentes, etc... hoy la voy a llevar al sentido literal:

"perro no come perro"... si sabe que es perro, claro.

Ahora, si se lo trituran y mezclan con otros productos, le añaden sabores artificiales que enmascaren que es carne de congénere, y encima lo convierten en crujientes croquetitas, se las chasca que da gusto.


¡Dios mío! estos cabrones, siguiendo las pautas del capitalismo salvaje, con tal de hacer dinero, son capaces de cualquier cosa.

Han vuelto a generar un problema bastante parecido al de las vacas locas: vacas comiendo vacas, peces comiendo peces, perros comiendo perros... Dicho esto, caigo en la cuenta de que hay perros que se niegan a comer determinados piensos... ¡Vayan ustedes a saber lo que se esconde ahí!

Todo esto me trae a la memoria una película futurista de los años 70: "Soylent Green", que aquí se tradujo por "Cuando el destino nos alcance", dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young. Trata de la sobrepoblación existente en la ciudad de Nueva York (unos 40 millones de habitantes) en el año 2022.


Ante la escasez de recursos alimenticios, el gobierno distribuye un producto sintético, una especie de galletas que fabrica la empresa Soylent, procesadas a partir de concentrados vegetales: soylent rojo y soylent amarillo; pero esta fuente de alimentación, desaparecerá también debido al efecto invernadero, por lo que, la empresa, se ve obligada a sacar un nuevo producto, el soylent verde que, según su publicidad está basado en el plancton marino y que terminará convirtiéndose en el único alimento disponible. Hasta que alguien se plantea la imposibilidad de que, el mar, altamente contaminado, produzca plancton alguno, y decide investigar el proceso del soylent green, llegando a descubrir que tal preparado alimenticio se fabrica a partir de los propios cadáveres humanos.

Así que... ¡atentos al futuro!

Miguel Ángel G. Yanes

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