23/4/13

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO

Cada 23 de abril, desde 1996, se conmemora, a nivel internacional, el Día del Libro; una apuesta de la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization) con el claro objetivo de fomentar la lectura entre la población, promocionar la industria editorial y proteger la propiedad intelectual a través de los derechos de autor. En la actualidad, este evento se celebra en más de un centenar de países.


Se eligió esta fecha por corresponder al óbito de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, acaecido al unísono, ese mismo día del año 1616.

En la actualidad, dado el culto desmedido de los ciudadanos, hacia los diferentes medios audiovisuales, corren tiempos difíciles para el libro tal cual lo hemos conocido, ya que, las innovaciones tecnológicas, lo está haciendo mutar, incontestablemente, hacia lo que ya se conoce como "libro electrónico". Pero, por mucha que sea la luminosidad y nitidez de su texto, su facilidad de acceso y de manejo, siempre echaré de menos el olor del papel, de la tinta, la textura, el tacto de las hojas...


Por fortuna aún quedamos muchos de sus incondicionales, y las empresas editoriales siguen sacando al mercado libros en papel, aunque los precios resultan tremendamente abusivos, máxime en estos tiempos de profunda crisis económica. Lo cual me recuerda (lo habré contado con anterioridad) una campaña desatada por el gobierno de turno, años ha, en la que se especificaba que la mitad de los españoles.. ¡¡¡jamás había leído un libro!!!

Mi reflexión fue simple: "¡Coño! Al precio que están, no sé cómo consiguió leerlos la otra mitad"


De todas formas, abundando en la tecnología, es el propio Sistema quien nos engolosina, permitiendo que las descargas de "libros electrónicos" sean gratuítas desde la Red, pero esto no durará siempre. Tarde o temprano buscarán la forma de que tengamos que apoquinar. Eso de que la cultura resulte gratis y al alcance de todos, no cuadra con sus objetivos, ni convence demasiado a empresarios ni a dirigentes. Saben bien que, cuanto más culto sea un pueblo, más difícil será de manipular.


Reconozco públicamente que soy un enamorado de los libros. En mi casa habitan en sitios inverosímiles dada su cantidad y el relativo espacio disponible, pero no pienso desprenderme de ninguno; además, estoy convencido de que muchos de ellos son verdaderos maestros, y llegan en el momento justo en el que tu espíritu lo necesita.


Por descontado que la civilización no habría alcanzado jamás las cotas actuales, si no hubiera sido por los libros.

Miguel Ángel G. Yanes

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