CALENTARLE LAS OREJAS AL GOBIERNO

Es lícito calentarle las orejas al gobierno (me da igual que sea de derechas o de izquierdas) Los ciudadanos hemos de ser contundentes, y cuando lo hacen mal, apretarle y retorcerle bien los cartílagos, se sea o no de su cuerda política.

No podemos permitir que, por el mero hecho de haber obtenido mayoría absoluta en unas elecciones, hagan lo que les salga de las entrepiernas, escudados en esa mayoría otorgada por las urnas y faltando, flagrantemente, a sus promesas electorales.

Cuando, "consternados, rabiosos"*, hartos de tantos despropósitos, nos echamos a la calle para afearles su conducta, sobre todo frente al tema de los desahucios, nos salen con el paño caliente de la prudencia, diciendo que el famoso "escrache"** es ilegal.

- ¡Coño!... ¿Y las mentiras no?

Dice Mariano Rajoy Brey, presidente de gobierno de este país (por si alguno no lo sabe) que los ciudadanos hemos de ser prudentes, sensatos y con sentido común.

- ¡Recoño!... ¿Y ellos no?

¿A que abismo social nos van llevar? ¿Vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras nos martirizan? 



Ahora intentan taparnos la boca aduciendo que los socialistas ("buenas lanchas", también) fueron los artífices de las actuales medidas.

- ¡Recontracoño!... pero, entonces, ¿por qué carajo, no lo solucionan ustedes?

Creo que deberíamos seguir estrujándoles las orejas, porque aún las tienen demasiado frías. Tal vez eso resienta su audición y sea la causa de que no escuchen lo que el pueblo les reclama. Sería conveniente calentárselas bien hasta que la primavera termine de asentarse.



- ¿Cómo dicen?... No me lo puedro creer... ¡No me hagan reir que tengo el labio "partío"!

Miguel Ángel G. Yanes

(*) "Consternados, rabiosos".- Del poema homónimo dedicado a Ernesto "Che" Guevara por Mario Benedetti.

(**) "Escrache".- Nombre dado en Argentina, Uruguay y España a un tipo de manifestación pacífica en la que un grupo de activistas de derechos humanos se dirige al domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar.