16/9/14

REGALO DE UNA AMIGA

He recibido, de manos de Mª Carmen Fdez. Domínguez, de quien pláceme considerarme amigo, un curioso e inusual regalo que valoro profundamente en la medida en que toca intelecto y corazón.


Sabiéndome seguidor incondicional de Mafalda, el tierno y a la vez caústico personaje de Joaquín Salvador Lavado Tejón, alias "Quino", la amiga Mª Carmen me ha hecho llegar una página del periódico El Día, fechada el 6 de noviembre de 1994 (20 añazos ya) en la que, bajo el título "Mafalda, 30 años revolucionando el mundo", el periodista J. Catalán hacía una reflexión sobre la llegada a la edad adulta, tanto de la protagonista como de sus amiguitos: Felipe, Manolito, Miguelito, Susanita, Libertad... y el cumplimiento o no de sus expectativas en la vida. 



¿Qué ha sido de ellos?
  

Libertad (pequeñita ella) estudió Derecho, se casó a los 25, tuvo un hijo y terminó divorciandose sin llegar a los dos años de matrimonio. La verdad es que nunca quiso ser esposa, sólo madre, y para eso no hacia falta un marido. En la actualidad vive con su hijo en Buenos Aires y es secretaria general del Partido Demócrata Argentino.


Manolito, fiel reflejo del capitalismo y la tacañería de la época, dejó los estudios a los 16 años y se hizo cargo del negocio de ultramarinos de su padre. Aquella fue una época bastante dura de su vida, pero logró salir a flote y, hoy por hoy, es un verdadero potentado, presidente de una compañía alimenticia denominada "Para comérselo", con múltiples sucursales por todo el país. Está casado y tiene dos hijos.


Susanita, aquella niñita cursi y criticona, no ha pasado muy mala vida que digamos. Fue la primera en casarse hace ya nueve años, y en la actualidad vive en Rosario, donde su marido se tuvo que desplazar por motivos de trabajo. Allí crían a sus tres hijos con bastante desahogo. Hoy es una abnegada ama de casa, aunque sigue siendo un poquito cursi.



Miguelito, el protestón, el que siempre se estaba quejando de todo, el eterno bohemio, sigue igual: fiel a si mismo se ha convertido en un indigente. Vive en una chabola en las afueras de Buenos Aires. Se dedicó a la pintura, a la poesía... pero no tenía talento y lo dejó. Quiere evitar que sus amigos sepan de su actual situación.


Mafalda, que a los 30 años, soltera y sin compromiso, aún vive con sus padres (viejitos ya) regenta un despacho de abogados, fruto de una carrera meteórica. Siempre quiso trabajar por la justicia y lo está consiguiendo. Ha cambiado su pelo rizado por una melena lacia a lo "Claudia Schiffer".


Guille, el hermanito de Mafalda, último personaje en incoporarse a las historietas, había fallecido en accidente de moto dos años atrás. Un episodio triste que nadie quería recordar.


Felipe, prácticamente desaparecido en combate, fue imposible de localizar. Así que no sabemos qué ha sido de su vida.


Miguel Ángel G. Yanes


2 comentarios:

  1. ¿De dónde habés sacado esos personajes de colorines tan chulos?

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    1. Amontonador urgente de palabras30 de septiembre de 2014, 18:24

      De la Internet no más.

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