El
miércoles pasado, a eso de las 7:30 de la tarde, observé cómo un
policía local de Santa Cruz de Tenerife increpaba a una señora, que
trataba de disculparse por haber dejado el coche, con una persona en su
interior, subido sobre la acera en la Rambla General Franco, justo a la
altura de la clínica Hospitén Rambla (supongo que para hacer alguna
gestión en la misma).
No estoy hablando de abuso de autoridad ni de violencia física, simplemente de malos modos: de falta de tacto y de caballerosidad. No hubo empujones ni porrazos ni disparos al aire, pero sí falta de respeto hacia una ciudadana que, aparte de ser debidamente sancionada, se sintió ofendida, como me hubiera sentido yo mismo, por el trato recibido.
Que conste que conozco a bastantes miembros de este Cuerpo que son correctos y educados, pero hay alguno al que no estaría de más matricularlo en un cursillo de "buenas maneras" o regalarle aquel famoso librito de urbanidad que algunos no llegaron a conocer.
El ayuntamiento debería pulir estas aristas, que en nada benefician la imagen de uno de los cuerpos de Policía Local más completos del país.
Miguel Ángel G. Yanes
25/03/06
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