27/2/19
23/2/19
LA RESPUESTA
Épica respuesta de la RAE a una absurda pregunta lingüística en Twitter
La Real Academia Española (RAE) ofrece un interesante servicio de consultas lingüísticas en Twitter que muchos ciudadanos aprovechan para resolver sus dudas prácticas con el idioma. Todos los días @RAEinforma responde a preguntas más o menos complejas que resultan provechosas para el interesado y para todos los seguidores de la cuenta. Sin embargo, también hay muchos usuarios que se dirigen a la Academia con preguntas absurdas, bromas y ocurrencias de todo tipo.
La respuesta es genial, pero creo que la RAE no debería entrar al trapo ante determinadas sandeces de los usuarios.
22/2/19
CÚCARA-MÁCARA
Buscando en la Red referencias sobre "Cúcara-Mácara",
enigmática palabra que, desde mi más tierna infancia, aquí en las
Islas, escuchaba en boca de las chicas del barrio que, jugando a no sé
qué, recitaban en la siguiente retahila:
haciendo coincidir cada una de las palabras con una muchacha, de modo y manera que, aleatoriamente, salía elegida aquella que coincidiera con la última palabra, "fue".
La mayoría de las referencias que ofrece Internet hacen mención a que dicha retahila provine de la cultura mexicana. No tengo muy claro cómo o cuándo arribó a Canarias, pero sigo sin saber si "Cúcara-Mácara" tiene algún significado real o si se trata de una banalidad.
En "Pedazos de ego", el bloguero mexicano "Johnny Ego" explica que esa retahila que un sinfin de niños mexicanos utilizan como método de selección aleatoria, oculta la oscura historia de un crimen, el crimen de "Tín Marín y Do Pingüé"; aunque el posterior comentario de uno de sus seguidores, denominado "Fer Rulo", asegura que esa rima la utilizaban los capataces para seleccionar al trabajador que debía vigilar el horno en que se limpiaba de escoria la plata extraída de las minas.
Al parecer, los operarios elegidos para dicha tarea, terminaban perdiendo la vista a causa de los vapores y las altas temperaturas, lo que llevó a una revuelta de los mineros que exigieron mejores condiciones laborales. Posteriormente, entre los revolucionarios se utilizó esa misma rima para escoger a los que debían ser ejecutados.
Así y todo, sigo sin saber si "Cúcara-Mácara" significa algo. No obstante, el continuar con la búsqueda me reportó otro agradable resultado: el hallazgo de una interesantísima reseña teatral del año 2014, que dejaré para una próxima entrada.
¡Salud!
Miguel Ángel G. Yanes
"De Tin Marín, de Do Pingüé, Cúcara Mácara títere fue.
Yo no fuí, fue Teté, pégale, pégale que ella fue."
haciendo coincidir cada una de las palabras con una muchacha, de modo y manera que, aleatoriamente, salía elegida aquella que coincidiera con la última palabra, "fue".
La mayoría de las referencias que ofrece Internet hacen mención a que dicha retahila provine de la cultura mexicana. No tengo muy claro cómo o cuándo arribó a Canarias, pero sigo sin saber si "Cúcara-Mácara" tiene algún significado real o si se trata de una banalidad.
Distancia entre México y las Islas Canrias
En "Pedazos de ego", el bloguero mexicano "Johnny Ego" explica que esa retahila que un sinfin de niños mexicanos utilizan como método de selección aleatoria, oculta la oscura historia de un crimen, el crimen de "Tín Marín y Do Pingüé"; aunque el posterior comentario de uno de sus seguidores, denominado "Fer Rulo", asegura que esa rima la utilizaban los capataces para seleccionar al trabajador que debía vigilar el horno en que se limpiaba de escoria la plata extraída de las minas.
Al parecer, los operarios elegidos para dicha tarea, terminaban perdiendo la vista a causa de los vapores y las altas temperaturas, lo que llevó a una revuelta de los mineros que exigieron mejores condiciones laborales. Posteriormente, entre los revolucionarios se utilizó esa misma rima para escoger a los que debían ser ejecutados.
Así y todo, sigo sin saber si "Cúcara-Mácara" significa algo. No obstante, el continuar con la búsqueda me reportó otro agradable resultado: el hallazgo de una interesantísima reseña teatral del año 2014, que dejaré para una próxima entrada.
¡Salud!
Miguel Ángel G. Yanes
21/2/19
EL ÚLTIMO VERSO
El último verso de Machado en Colliure
El hispanista Ian Gibson indaga en el desgarro interior del poeta andaluz ante el horror de la guerra y los sinsabores amorosos. Acompañados por su autor, en Público asistimos al pueblo pesquero en el que se exilió poco antes de morir.
Llegaron sobre las 17.30 del 28 de enero de 1939. La expedición era breve y el ánimo exhausto. Aconsejados por el escritor Corpus Barga, descendían del tren los Machado huidos: "Antonio, su madre –Ana Ruiz–, su hermano José y la esposa de este –Matea Monedero–". Lo hacen en la estación de Collioure, pequeño pueblo costero a veintiséis kilómetros de la frontera con España.
Dejaban atrás el infierno en que se había convertido el
paso fronterizo de Els Balitres, dejaban atrás caminos inundados de
hombres, mujeres y niños arrastrando ajuares bajo la lotería de una
aviación y una marina al acecho.
Ciudadanos republicanos camino del exilio
Abrían la puerta del exilio. Sorteaban en
última instancia la posibilidad de acabar con sus huesos en alguno de
los campos de concentración que poblaban la zona. Antonio a duras penas
conseguía avanzar, encogido y boqueante bajo su gabán raído
"¿Llegamos pronto a Sevilla?",
preguntó delirante la madre de Machado. No, no llegaban a Sevilla. Se
dirigían –por recomendación de Jacques Baills, joven empleado de la
estación de ferrocarriles– al Bougnol-Quintana, un pequeño hotel situado
a sólo diez minutos de la estación. Allí se hospedaron y allí, apenas
unas semanas después de esta escena, morirían el poeta y su madre con tres días de diferencia.
Antonio Machado en su lecho de muerte en el Hotel Quintana
COL. L. INDEPENDANT
"¡El viento se levanta! Debemos tratar de vivir", declama un emocionado Ian Gibson
a los pies del pequeño promontorio sobre el que se alza el viejo hotel
ya cerrado. Unos versos de Valéry que Machado admiró y que a buen seguro
recordó aquellos días convulsos de exilio y muerte.
“Hoy aquí debemos
reivindicar su dignidad en el sufrimiento y su estoicismo”, recuerda el
hispanista a tan sólo unos metros del cementerio de Collioure, donde una
lápida que yace junto a un bajorrelieve con la efigie del poeta, un
puñado de rosas, varias banderas republicanas y un pequeño buzón le
recuerdan.
Hospedaje y fin de trayecto separados por un estrecho
y sinuoso pasaje. Una última escala premonitoria como aquellos versos
que, pasados casi 80 años, fueron este lunes recitados de nuevo y a modo
de tributo a los pies del sepulcro: "Y cuando llegue el día del
último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me
encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de
la mar".
Con lo puesto y malviviendo de limosnas de un Estado
en plena emergencia, no es descabellado pensar que el poeta encontrara
en la contemplación de ese sol y ese mar rosellonés los únicos consuelos
ante el dolor de la pérdida que la guerra le había supuesto.
Este fue el verso que dejó escrito el poeta en un papel que su hermano Juan rescató hecho un gurruño de un bolsillo de su gabán. Quizá el verso inacabado más hermoso de la historia, quizá –como apunta su biógrafo– una muestra más de la impronta que dejó la infancia en el imaginario del poeta.
Imagen tomada del blog "La fosca mirada" de Ricard García
"Estos días azules y este sol de la infancia"
Este fue el verso que dejó escrito el poeta en un papel que su hermano Juan rescató hecho un gurruño de un bolsillo de su gabán. Quizá el verso inacabado más hermoso de la historia, quizá –como apunta su biógrafo– una muestra más de la impronta que dejó la infancia en el imaginario del poeta.
“No
podemos entender la poesía de Machado sin su infancia, sin aquellos
días en el Palacio de las Dueñas, sin aquel muchacho que se asoma a la
fuente y ve el reflejo de los limoneros". Nacer en aquel paraíso tiene
que marcar a la fuerza, también su pérdida –cuando emigra a Madrid a los
cinco años–;
"Machado siempre volvía a la infancia“, explica Gibson
desde el pueblo en el que el poeta creyó ver por última vez aquel sol de
su niñez, no en vano su último trabajo biográfico sobre el maestro
andaluz –Los últimos caminos de Antonio Machado. De Collioure a Sevilla (Espasa)– incide precisamente en esa eterna búsqueda machadiana de lo que se pierde.
El hispanista de origen irlandés Ian Gibson rinde tributo al poeta.
ASIS AYERBE
“Quise jugar con esa idea circular que es muy de Machado, esa idea que nos lleva a la infancia y que, en este libro, he querido invertir y empezar por su entierro”. Una crónica que empieza con "la sobria emotividad de un entierro" que congregó un público heterogéneo: refugiados escapados de los campos de concentración de "Argelès-sur-Mer y Saint Cyprien, representantes de la República en París", autoridades locales y vecinos del pueblo. Y que recorre sus sinsabores amorosos; el breve e infausto romance con "Leonor" –muerta de tuberculosis tres años después de casarse en 1909– y más tarde con "Pilar de Valderrama", mujer casada cuya identidad protegerá en sus escritos y cartas bajo el seudónimo de "Guiomar". Una relación –esta última– trémula sobre el papel pero que, por voluntad explícita de ella, quedó excluida de cualquier tipo de amor físico.
“Aquel tesoro se perdió y es algo que me destroza cuando lo pienso”, confiesa el hispanista refiriéndose a las cerca de 200 cartas que se perdieron durante esa carrera por salvar la vida que emprendieron los Machado. “Nos habría ayudado a conocerle mejor, aunque según se mire esa pérdida simboliza también lo que fue la guerra, la diáspora y el horror de este país”. Un país que, según Gibson, dista mucho de aquel otro que no dejó de soñar el andaluz en sus versos e intervenciones públicas.
Pilar de Valderrama Alday "Guiomar"
“No estaría contento el poeta si supiera que
seguimos a la greña”, apunta el hispanista desde el Boulevard du
Boramar, paseo marítimo por el que poeta –caminante vitalicio– ayudado
por su bastón se entregaba a la contemplación tal y como había aprendido
de su abuelo, el médico y naturalista Antonio Machado y Núñez. “Machado
no hizo más que llamar a la fraternidad y al diálogo entre españoles,
un diálogo tranquilo para el que somos incapaces, esa voluntad de
diálogo es el gran mensaje de Machado”, zanja Gibson.
Se levanta algo de viento mientras el irlandés subraya la importancia de que los restos de Machado no se muevan de Collioure. “Es aquí donde simbolizan la diáspora española”,
apunta. La brisa alborota la pequeña playa en la que Machado le confesó
poco antes de morir a su hermano el anhelo de un refugio modesto:
“¡Quién pudiera quedarse aquí en la casita de algún pescador y ver desde
una ventana el mar, ya sin más preocupaciones que trabajar en el
arte!”. El poeta no llegó a tiempo. Su último poema quedó a medias.
FUENTE: publico.es
AUTOR: Juan Losa
Volver a Colliure es una de mis asignaturas pendientes desde hace más de 20 años.
Maki, Laura y yo llegamos allí (precioso pueblo costero) a la caída de la tarde de un veraniego sábado en los años 90 con la idea de visitar la tumba de Machado, pero la cola de turistas era tan exageradamente larga, que al final desistimos, antes de que nos pillara la noche por desconocidas carreteras de regreso a Catalunya.
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La tumba de Machado,
Poeta
19/2/19
FOLÍAS (VÍDEO)
¡Magnífico!
La maestría al timple de Totoyo Millares
y la voz límpida y cristalina de Olga Cerpa,
hacen vibrar también
las invisibles cuerdas en que se mece el alma.
Miguel Ángel G. Yanes
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José Manuel Ramos,
Luis Morera,
Mestisay,
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Olga Cerpa,
Parranda de Cantadores,
Totoyo millares
13/2/19
RABUJA
"Rabuja" es una palabra de ésas que, como tantas otras, han ido desapareciendo del diario hablar de los canarios. No obstante, en los países caribeños y sudaméricanos, sigue vigente. Lo sé porque ahora que ha llegado tanta gente de aquellos lares, buscando en estas tierras un presente laboral que les abra las puertas del incierto futuro, es palabra que oigo de sus labios. De ahí estas líneas.
Tomaba el cafelito matutino (el único que me permito aún, a pesar de la estricta prohibición facultativa) cuando el parroquiano que se hallaba junto a mí, se despidió de una de las empleadas de la cafetería con un:
- ¡Hasta pronto, rabuja!
"Rabuja", repetí para mis adentros. Cuánto tiempo sin escuchar esa palabra.
Intenté echar mano de mi "memoria auxiliar*" para anotarla y que no se esfumara, cuando el tacto del bolsillo vacío me hizo caer en la cuenta de que hacía tiempo que la había perdido. No me quedó otra que repetirla mentalmente como si fuera un loro para intentar fijarla en la memoria; algo que no siempre funciona, porque año tras año voy perdiendo aquella privilegiada facultad de recordarlo todo. Aún así, llegue a casa con ella en la cabeza y me puse a escribir esta jaqueca.
La palabra "rabuja" no figura en el Diccionario de la R.A.E, no obstante tanto aquí, en las Islas, como allende los mares, en las Américas, tiene diversas acepciones tal y como figura en el Diccionario de la Academia Canaria de la Lengua, aunque para mí siempre fuera, únicamente, sinónimo de pequeñajo:
rabuja.
(*) Mi "memoria auxiliar", habida cuenta de que no uso teléfono móvil (y estoy decidido a morirme sin cargar con ninguno) consistía en un pequeño bloc de notas y un bolígrafo minúsculo que, introducido en el resorte de aquel, siempre portaba en un bolsillo trasero del pantalón. Perdiose un día, no sé dónde ni cuándo, y con ella una serie de versos, pensamientos, paridas y estupideces varias que, entre sus hojas, aguardaban ser volcadas en este humilde blog.
"Si alguien sabe de ella, le ruego información". (De "El unicornio azul" de Silvio Rodríguez)
Miguel Ángel G. Yanes
Islas Canarias magnificadas en mitad del Atlántico
como puente entre continentes.
Tomaba el cafelito matutino (el único que me permito aún, a pesar de la estricta prohibición facultativa) cuando el parroquiano que se hallaba junto a mí, se despidió de una de las empleadas de la cafetería con un:
- ¡Hasta pronto, rabuja!
"Rabuja", repetí para mis adentros. Cuánto tiempo sin escuchar esa palabra.
Intenté echar mano de mi "memoria auxiliar*" para anotarla y que no se esfumara, cuando el tacto del bolsillo vacío me hizo caer en la cuenta de que hacía tiempo que la había perdido. No me quedó otra que repetirla mentalmente como si fuera un loro para intentar fijarla en la memoria; algo que no siempre funciona, porque año tras año voy perdiendo aquella privilegiada facultad de recordarlo todo. Aún así, llegue a casa con ella en la cabeza y me puse a escribir esta jaqueca.
La palabra "rabuja" no figura en el Diccionario de la R.A.E, no obstante tanto aquí, en las Islas, como allende los mares, en las Américas, tiene diversas acepciones tal y como figura en el Diccionario de la Academia Canaria de la Lengua, aunque para mí siempre fuera, únicamente, sinónimo de pequeñajo:
rabuja.
1.
f.
Cierta enfermedad que afecta a animales como perros y
gatos, que los debilita y les produce peladuras y llagas en la piel. Les daba asco tocarlo porque tenía rabuja.
2.
com.
Persona de poca estatura. Se aplica especialmente a los niños. Me llamó la atención que aquel rabuja tuviera tanta fuerza.
3.
Tf.
Debilidad y endeblez propias de la infancia.
4.
LP.
Cosa pequeña, sobrante, de poco valor.
5.
LP.
Borrachera.
(*) Mi "memoria auxiliar", habida cuenta de que no uso teléfono móvil (y estoy decidido a morirme sin cargar con ninguno) consistía en un pequeño bloc de notas y un bolígrafo minúsculo que, introducido en el resorte de aquel, siempre portaba en un bolsillo trasero del pantalón. Perdiose un día, no sé dónde ni cuándo, y con ella una serie de versos, pensamientos, paridas y estupideces varias que, entre sus hojas, aguardaban ser volcadas en este humilde blog.
"Si alguien sabe de ella, le ruego información". (De "El unicornio azul" de Silvio Rodríguez)
Miguel Ángel G. Yanes
11/2/19
9/2/19
AUTOCORRECCIÓN
Laura, mi hija, de pequeña solía asombrarnos a todos con sus intempestivas salidas. Una de las más recordadas fue cuando descubrió que, en casa, también existía el gas butano.
Mientras que en el domicilio de su abuela (dónde prácticamente se crió, habida cuenta de que ambos padres trabajábamos) la botella del gas butano se hallaba visible en la pequeña cocina, ella nunca la había visto en casa. Así que, ante su asombro, cuando abrí la puerta que la ocultaba para que el operario la pudiera cambiar, gritó:
"¡Monona!".. ¡no!... "¡botomba!"... ¡no, no!... ¡bombona!... ¡sí!... ¡bombona!
El empleado del gas la miraba atónito preguntándose, supongo, cómo era posible que aquella criatura de apenas dos añitos se corrigiera sola.
Miguel Ángel G. Yanes
Mientras que en el domicilio de su abuela (dónde prácticamente se crió, habida cuenta de que ambos padres trabajábamos) la botella del gas butano se hallaba visible en la pequeña cocina, ella nunca la había visto en casa. Así que, ante su asombro, cuando abrí la puerta que la ocultaba para que el operario la pudiera cambiar, gritó:
"¡Monona!".. ¡no!... "¡botomba!"... ¡no, no!... ¡bombona!... ¡sí!... ¡bombona!
El empleado del gas la miraba atónito preguntándose, supongo, cómo era posible que aquella criatura de apenas dos añitos se corrigiera sola.
Miguel Ángel G. Yanes
7/2/19
RIPIOS INÚTILES (POEMA)
Si en vez de con veinticuatro palabras,
Puedes decirlo solo con doce, ¡hazlo!
Nunca te adentres en un oscuro bosque
De vacuidad sonora, porque en él
La idea original se difumina.
Miguel Ángel G. Yanes
5/2/19
JAPÓN SECRETO
Curioseando en La Red sobre el famoso templo japonés de los 2.446 escalones, he dado con un blog de viajes espectacular. Su URL es:
Recomiendo visitarlo. Disfutarán, como me ha ocurrido a mí, de unas maravillosas imágenes del país nipón, acompañados de unos textos correctos y detallados.
Les adjuntos algunas fotografías.
Recomiendo visitarlo. Disfutarán, como me ha ocurrido a mí, de unas maravillosas imágenes del país nipón, acompañados de unos textos correctos y detallados.
Les adjuntos algunas fotografías.
Miguel Ángel G. Yanes
3/2/19
MUJERES GUITARRISTAS
Una lista de mejores guitarristas no incluye a ninguna mujer y una tuitera da una masterclass
¿Sabrías mencionar dos o tres guitarristas mujeres relevantes de la historia de la música? Si la respuesta es negativa, entonces es que has sido criado en un sistema patriarcal.
FUENTE: tremending
03/02/2019
He de reconocer que así, a bote pronto, solo me vino a la cabeza Joni Mitchell, aunque más tarde recordé también a Bonnie Raitt. De todas formas, escarbando en La Red he encontrado otras virtuosas de las seis cuerdas qué, como esta última, no están en la lista:
¿Sabrías mencionar dos o tres guitarristas mujeres relevantes de la historia de la música? Si la respuesta es negativa, entonces es que has sido criado en un sistema patriarcal.
La tuitera Sra. Grillo ha dado con una imagen de los grandes
guitarristas de la historia y se ha encontrado con que no hay ninguna
mujer en el equipo. Esto ha llevado a la reflexión y a la exposición de grandes mujeres en la música.
(1915 - 1973)
Jennifer Batten
St. Vincent
Orianthi
Kaki King
Gabriela Quintero
Nita Strauss
Joni Mitchell
Marta Robles
Antonia Jiménez
Jennifer Batten
St. Vincent
Orianthi
Kaki King
Gabriela Quintero
Nita Strauss
Joni Mitchell
Marta Robles
Antonia Jiménez
FUENTE: tremending
03/02/2019

Memphis Minnie
(1897 - 1973)
Nancy Wilson
Lzzy Hale
Jan Kuehnemund
The Great Kat
Pj Harvey
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