En silenciosa soledad está la poesía: es otoño. Y este es un paisaje de dudas. Y octubre, nos trae las certezas de La noche en el espejo (Editora Regional de Extremadura), de la poeta colombiana Lucía Estrada (Medellín, 1980), quien me ha sorprendido muy gratamente, pues esta poeta va y ve más allá de la realidad por medio del lenguaje, con la apuesta clara de que en este mundo global es necesario que exista un espacio para la poesía: “La piedra es movimiento,/ hondos declives en los que la luz se derrota a sí misma.”
Porque al igual que a la mujer de Lot la mirada hacia atrás nos petrifica, aunque, en ese instante de la mirada desobediente algo se hace posible: el triunfo de la vida sobre lo pétreo, el vacío, la caducidad, la propia muerte. “Por cada mujer de sal,/ otra de agua se yergue.” Porque para esta poeta, “El árbol duerme bajo el árbol;/ el hombre, bajo su raíz de sombra.” Y esta es la apuesta, la poesía actual necesita emigrar y encontrar nuevos espacios abiertos o no habrá regeneración, si acaso es necesaria. No hay que defender ni el paisaje ni el paisanaje que tenemos, hay que crear paisaje nuevo o mirarlo con otros ojos: “El desierto es todo lo que existe./ El desierto son mis ojos.” Un poemario contemplativo y meditativo a la vez, que observa la naturaleza y se funde con ella: “cuando todo duerme.”
Y un poeta que despierta hasta a los fantasmas, vivos y muertos, con sus versos es el asturiano José Luis Piquero (Mieres, 1967), quien en Tienes que irte
(Siltolá), reúne una cuarentena de poemas hilvanados con sutura; los
poemas son ese material destinado a favorecer la cicatrización de las
heridas grandes, manteniendo los bordes juntos para que disminuya la
tensión entre ellos: “Nos han jodido bien a los poetas con la Rosa, la
Rosa.” Es un poeta dueño de la ironía más sofisticada y ha escrito un
libro con la paciencia y la soledad del orfebre, aunque sin barroquismos
ni adornos innecesarios. Por eso no tienes que irte, poeta.
Queremos
seguir leyendo estos socarrones monólogos dramáticos tan existenciales,
tan realistas: “Entre tanto, pon a cargar el móvil,/ tu arpa hertziana./
No cese tu adulterio de susurros.”
También amanece en la editorial sevillana La isla de Siltolá, el primer poemario del chileno Luis Tulsa (Valparaiso, 1993), Las pesadillas de un artista del siglo XXI. En sus más de 80 poemas con una media de una cuarentena de versos cada uno, el poeta habla de lo humano y lo divino, desde Sócrates a Vilas, pasando por Kierkegaard.
Y es que parece que lo haya leído todo y a todo le saque punta, cual
perro flaco al que todo son pulgas o “jodido como Lázaro después de
despertar.” (¡Ahí es nada!) Es decir, su poemario es un coctel de todas
las lecturas habidas a pesar de su juventud o por ella.
Para este poeta, “Lo importante sería/ el don de la visión,/ el don de las visiones que nacen del lenguaje.” Sus poemas son cantos desesperados del poeta que ama y descifra el lenguaje para después intentar la comprensión y aceptación de sí mismo desde la laguna Estigia. Tal vez, sea esta la voz de “los drogados de cielo y de promesas.” Estoy convencido de que escribir un poema es una declaración ética y estética: “Ahora voy a dormir./ Ya oigo los clarines.”
Para este poeta, “Lo importante sería/ el don de la visión,/ el don de las visiones que nacen del lenguaje.” Sus poemas son cantos desesperados del poeta que ama y descifra el lenguaje para después intentar la comprensión y aceptación de sí mismo desde la laguna Estigia. Tal vez, sea esta la voz de “los drogados de cielo y de promesas.” Estoy convencido de que escribir un poema es una declaración ética y estética: “Ahora voy a dormir./ Ya oigo los clarines.”
El paso de la Laguna Estigia - Joachim Patinir (1480 - 1524)
Considero
pues, que es muy importante, en estos momentos, recuperar la esencia de
la poesía y dar valor al verso y no al espectáculo. ¡Que nunca las
hemorragias verbales de unos, ni las anemias cerebrales de otros nos
lleven a Ítaca; pues, siempre hay más mar para navegar y continuar
viaje!
FUENTE: http://http://librujula.com
Enrique Villagrasa
Enrique Villagrasa
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