En medio de las aceras de esta ciudad de Santa Cruz de Tenerife, hace unos años se colocaron unas bocas de riego cuyas ovaladas tapas azules son un peligro latente para los pies de la ciudadanía. El problema estriba en que, el borde de la arqueta donde la tapa se sustenta es demasiado estrecho, lo que provoca que, si no está perfectamente colocada, al pisar sobre ella se desplace (lo he visto en diversas ocasiones) hundiéndose por una parte y elevándose por otra, que suele golpear el tobillo del transeunte con grave peligro de caída e incluso de esguince o fractura si el pie queda atrapado en el hueco repentinamente abierto.
Para más inri, si la puñetera tapa queda encajada verticalmente, con el problema añadido que supone para quien no repare en ella, es casi imposible volver a colocarla en su sitio. Doy fe de ello.
Desconozco si, en su momento, esas arquetas pasaron un control de calidad (supongo que sí) pero lo que está claro es que su seguridad deja muchísimo que desear. Si me he decidido a airear este tema, ha sido empujado por diversas personas (entre ellas mi esposa) a las que, una de esas tapas azules, les ha hecho ver las estrellas y algo más.
Desde aquí conmino a todos los que sufran este tipo de accidente urbano, a que lo denuncien, ya sea en el propio ayuntamiento o en la empresa encargada del suministro municipal de agua, a ver si así conseguimos que sustituyan esas bocas de riego por otras menos peligrosas para los viandantes.
¡Ah!... PTA es la abreviatura que le he dado a esas "Putas Tapas Azules".
Miguel Ángel G. Yanes
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